No te puedo decir que tengo estos principios japoneses aprendidos al 100%. Pero si regreso a ellas lo más posible, y aunque no estoy cerca de ser como Goku, si puedo decirte que he mejorado mucho en distintos aspectos de mi vida.
Hace unos años tuve la oportunidad de viajar a Japón con mi esposa, una de mis hermanas y mi mamá. Sin duda ha sido uno de los viajes más geniales de mi vida. No tenía idea lo que me esperaba cuando aterrizamos en Tokio.
Visité lugares increíbles, comí delicioso, probé cosas rarísimas, me divertí un montón de lo raros y divertidos que pueden ser los japoneses, y por supuesto me maravillé de su cultura.
¡Aprendí que me encanta la cultura japonesa! Ya que hay muchísimo que podemos aprender de ella para mejorar nuestras vidas personales y emprendedoras.
Hoy recordando este viaje, quiero compartirte estos siete principios japoneses que te ayudarán a cambiar tu vida:
- Ikigai: “Tu Razón de Ser”. La intersección entre lo que amas, lo que el mundo necesita, para lo que eres bueno, y que la gente este dispuesta a parte por eso.
- Wabi-sabi: “Encontrar belleza en lo imperfecto”. Acepta lo imperfecto, lo incompleto y pasajero de la vida. La simpleza y la austeridad te generar una profunda riqueza a tu vida diaria.
- Shinrin-yoku: “Baños de naturaleza”. Sumérjete en la naturaleza para reducir el estrés y rejuvenecer. Absorbe las vistas, los olores, los ruidos, como una forma de terapia.
- Kaizen: “Mejoramiento continua”. Enfócate en un progreso constante e incremental en tu vida personal y profesional. Cuando pequeños cambios positivos se sostienen a largo plazo, generan crecimiento sustancial.
- Kintsugi: “Arte de reparar con oro”. Valora el proceso de reparar las cosas rotas, para hacerlas más bellas y resilientes. Tus fallas y fracasos son parte de tu historia.
- Tsundoku: “Acumular libros y no leerlos”. Es fácil acumular conocimientos y recursos, pero es más importante aplicarlos. Balancea tus ganas de nueva información con el tiempo de reflexionar y poner en práctica la que ya tienes.
- Omoiyari: “Consideración y compasión por los demás”. Cultiva tu empatía de forma constante. Trata de entender las necesidades de otros y ayúdalos sin esperar nada a cambio.
En los últimos años he estado tratando de implementar estos principios con acciones sencillas, y sin duda han marcado una diferencia en mi camino emprendedor. Por ejemplo:
- Tratar cada fin de semana de darte un espacio al menos de 1 hora de caminar en un parque cercano a tu casa.
- Hacerte las 5 preguntas del Ikigai al menos una vez al año.
- Hacer un seguimiento de hábitos para definir una cosa prioritaria en la que quieres mejorar 1% cada día.
- Recordar siempre la empatía como uno de tus principales valores, pensar siempre que la otra persona tiene una razón de hacer las cosas como las hace.
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