Imagina un país donde ser una empresa socialmente responsable no es exclusivo de grandes corporaciones, sino una posibilidad real para cada emprendedor y emprendedora. Un lugar donde los negocios no solo se enfocan en generar ganancias, sino también en cuidar su entorno, ofrecer empleos justos y mejorar la vida en sus comunidades.
La buena noticia es que, sin importar el tamaño de tu empresa, tú también puedes sumarte. Si eres dueño o dueña de una pyme, estás comenzando un emprendimiento o estudias con la idea de crear tu propio proyecto, esta forma de trabajar está hecha para ti.
¿Qué significa ser una ESR?
Una empresa socialmente responsable (ESR) es aquella que va más allá de solo cumplir con la ley. Se compromete a tomar decisiones éticas, respetar los derechos humanos y laborales, cuidar el medio ambiente y generar un impacto social positivo.
Esto implica pagar impuestos correctamente, operar con transparencia, fomentar la igualdad, reducir su huella ambiental y tener relaciones responsables con su comunidad y proveedores. En esencia, es una empresa que asume el impacto de sus decisiones y busca hacer las cosas bien en todos los niveles.
En México, la responsabilidad social empresarial cuenta con una guía sólida: el Distintivo ESR, creado hace 25 años por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI). Esta herramienta no solo reconoce a las empresas por sus buenas prácticas, sino que las acompaña a crecer con una visión sostenible.
El distintivo evalúa aspectos como ética empresarial, derechos laborales, impacto ambiental, transparencia fiscal, relaciones con comunidades y más. Está alineado con estándares internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Este año, el XVIII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables reunió a cientos de empresas comprometidas con un mismo propósito: transformar la sociedad a través de la innovación sostenible.
El tema central, “Innovación sostenible: Transformando a la sociedad para una prosperidad compartida”, puso en el centro cómo los negocios pueden ser motores de cambio real, no solo económico, sino también social y ambiental.
La semana pasada, nuestro equipo de Disruptivo tuvo la oportunidad de acompañar este evento desde dentro. Fue inspirador conocer los resultados del Distintivo ESR® 2025, donde 1,042 grandes empresas fueron reconocidas por sus prácticas responsables e innovadoras.
Estar ahí nos permitió entender de primera mano cómo la responsabilidad social va mucho más allá de cumplir con la ley: es un compromiso activo, que impulsa a las empresas a innovar y crecer cuidando a las personas y al planeta.
¿Cómo va México en responsabilidad social empresarial?
En 2025, la Ciudad de México lidera con 401 empresas reconocidas, seguida por Nuevo León (110) y el Estado de México (83). En cuanto a sectores, los Servicios agrupan a 398 empresas y la industria manufacturera a 299.
Estas empresas representan empleos para más de 2.5 millones de personas en el país, lo que muestra que la responsabilidad social empresarial en México ya está marcando una diferencia real. Pero el reto sigue siendo enorme: sumar a más pymes responsables al movimiento.
Las personas responsables crean empresas responsables
Uno de los aprendizajes más poderosos es que no puede haber empresas responsables sin personas responsables. La transformación comienza contigo, con tu forma de tomar decisiones, tratar a tu equipo, elegir proveedores o interactuar con tu comunidad.
Ser una empresa socialmente responsable empieza con acciones simples pero significativas: pagar a tiempo, cuidar el uso de recursos, promover la equidad o apoyar causas locales. Lo importante es tener una visión ética de largo plazo y actuar con coherencia.
¿Tienes una pyme o vas empezando? También puedes ser ESR
No necesitas ser una gran compañía para aplicar principios de sostenibilidad en negocios. Muchas pequeñas acciones cuentan: usar proveedores locales, reducir el uso de plásticos, respetar los derechos laborales, ser transparente con tus clientes.
Puedes comenzar con un diagnóstico honesto y apoyarte en herramientas del CEMEFI o en los ODS. Avanza paso a paso y comparte tu progreso con transparencia. Eso inspira a otras personas emprendedoras a sumarse, y juntas, crean un ecosistema de cambio.
Hoy, ser una empresa socialmente responsable no solo es posible, es necesario. México necesita más negocios con propósito, más personas valientes que vean el emprendimiento como una herramienta para construir un país más justo y sostenible.
No importa si tu negocio es pequeño o estás apenas comenzando. Lo que importa es tu intención, tu ética y tu compromiso de avanzar. Así que, ¿Qué pequeño paso puedes dar hoy para empezar este camino?