Tips a considerar para los emprendedores sociales

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Iniciarse en el camino del emprendimiento requiere valentía, más todavía si este camino se da en el ámbito socio ambiental, donde los desafíos (y oportunidades) son enormes y pocos se atreven a aventurarse en tierra no fértil.

Así es como desde el Laboratorio de Innovación Social de la Pontificia Universidad Católica -CoLab UC- hemos sido testigos del largo y dificultoso camino que deben enfrentar los emprendedores sociales, quienes por sobre todas las cosas son movidos por su ímpetu y propósito.

Esta experiencia, de acelerar emprendimientos sociales que agregan valor a la sociedad por medio de sus productos y servicios, nos ha permitido profundizar sobre algunos temas que nos gustaría compartir con ustedes, y por sobretodo, hacer eco en aquellos que están dispuestos a cambiar el mundo.

Arriesgarse y no temer a equivocarnos

En primer lugar, debes saber que al igual que en toda aventura lo más probable es que te equivoques, a veces, puedes perder el rumbo e incluso vas a querer “tirar la toalla”. En esta etapa la perseverancia es fundamental, debes enamorarte del problema y no de la solución, y entender que cada error tiene una cuota enorme de aprendizaje.

Empaparse del problema que intentamos solucionar

En segundo lugar, para triunfar no existe una receta pero si hay un ingrediente que todo emprendedor social ha sabido ocupar: estar en terreno y empatizar con el problema que intenta mitigar. No basta con decir “voy a cambiar el mundo” sin antes conocer de manera profunda el problema que intentas resolver y así sensibilizar con lo que ahí ocurre, no sólo como un simple espectador.

Colaborar y trabajar en equipo

Toda persona en búsqueda de aventura debe estar dispuesta a trabajar con y junto a otros, sobretodo con quienes son parte del problema. No basta solo trabajar para un otro, sin que primero lo invites a ser parte de una constante e intensa colaboración. Él tiene la necesidad y conoce el problema, y en muchos casos está dispuesto a ser parte de la solución sin esperar nada a cambio.

Por esto, en todo emprendimiento debe primar la colaboración entre sus participantes, tomando conocimiento que trabajas con personas, y por lo mismo, debes tratarlas como tal. Cada tarea que haces en tu trabajo le afecta a un tercero, por lo que debes ser muy cuidadoso con lo que dices y haces.

El propósito de un emprendedor social está motivado por hacer eso que sabe que agrega valor y por siempre debes cuidar el cómo lo haces y estar atento para no pasar a llevar a otros.

Aceptar y hacernos cargo de las críticas

En relación con el punto anterior se debe estar atento a lo que sucede alrededor, y estar abierto a las críticas. Al menos en Chile, el deporte más popular es el “chaqueteo” y en donde vayas van a querer destrozar tu idea, sin embargo, debes ser consciente y perseverar con lo que te propones. De todas formas se podría exigir más resiliencia a las personas y que las críticas sean más propositivas, pero al no ser así, debemos ser tolerantes y acogerlas con ánimos de seguir mejorando.

Cuando vas de aventura, el éxito de tu viaje no se medirá por si llegaste a la meta, lo realmente importante es el proceso para llegar a esa meta, es decir, cuánto disfrutaste del camino para lograr tu objetivo.

El éxito va más allá de los números

Así también, le pasará a un emprendedor social. El quinto y último tip es: El éxito de tu emprendimiento no se medirá sólo con lograr números azules (lo que sería símil en llegar a la meta) sino más bien, el triunfo de tu emprendimiento se medirá en que además de lograr finanzas alegres, conseguiste cambiar paradigmas, mejorar realidades de miles personas, eliminar prejuicios o aumentar bienestar de tus stakeholders.

Si estas últimas cosas no ocurrieron, la invitación es a replantearse el camino de tu emprendimiento, e intentar perseguir con más fuerzas tu propósito.

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