Gracias a una iniciativa de la ONU, se declaró el 27 de junio como el día de las micro, pequeñas y medianas empresas, esto con la idea de resaltar su papel en la economía mundial y concientizar además sobre su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En México más de 95% de las empresas se consideran pequeñas o medianas, y son la base de la economía y la principal fuente de empleo en el país (INEGI).
Pero las PyMEs no solo contribuyen en términos financieros con más de la mitad del producto interno bruto en México: su relevancia tiene un contexto mucho más profundo, ya que significan el sustento para la mayoría de las familias mexicanas, y son prácticamente el camino que tod@s l@s emprendedor@s deben recorrer antes de consolidar una gran idea de negocio.
Es así que comenzar un emprendimiento requiere conocer qué tipo de empresa queremos formar y con qué objetivo. Y es que además de caracterizarse por contar con un número reducido de empleados -menos de 250 -, facturaciones menores y acceso limitado a nueva tecnología, se pueden clasificar en 3 grupos de acuerdo a características específicas:
Microempresas: Organizaciones con menos de 10 empleados, las encontramos en todos los sectores económicos y llegan a facturar alrededor de 4.5 millones de pesos anualmente.
Pequeñas empresas: Estas empresas tienen alrededor de 50 trabajadores y pueden facturar 95 millones de pesos al año. Si corresponden al sector comercial, algunas veces tienen menos empleados y sus números facturados pueden disminuir.
Medianas empresas: En esta categoría se encuentran las empresas que cuentan con hasta 100 empleados en el sector comercial o de servicios, y cuando se trata del sector industrial pueden tener hasta 250 empleados. Estas organizaciones consiguen facturar anualmente hasta 250 millones de pesos.
Y aunque cada año algunas características de las PyMEs se van modificando o adaptando, clasificarlas de esta manera ayuda a localizar el sector y primeras metas que queremos alcanzar, incluso en busca de inversión o financiamiento; esta forma de organizarlas es un buen parámetro, también, para elegir la opción que más convenga a la idea principal de negocio.
PyMES a las que debemos seguirles la pista
Aprovechando la semana de las PyMEs y el reconocimiento a lo que están haciendo bien, Goula Awards, la premiación que anualmente reconoce las mejores prácticas desde la industria alimentaria, comparte con nosotr@s la información de tres de sus ganadores de la edición 2021, enmarcando su impacto, y algunas otras buenas razones para seguirles la pista:
1) CASA LUMBRE: NIXTA LICOR DE ELOTE
Este destilado, además de enaltecer la cultura del maíz y sus sabores, utiliza exclusivamente material nacional no transgénico; trabaja solo con familias de productores comunitarios, a quienes se les compra a un precio superior que el promedio comercial.
Además, dentro de sus objetivos está el evitar la mayor cantidad de desperdicio en sus procesos, consiguiendo que los residuos se utilicen como alimento para el ganado de productores de la zona.
Durante la pandemia fueron una fuente de ingresos para bartenders, que durante esos meses, perdieron sus empleos.
2) NEKUTLI: JARABE DE AGAVE VIVIENTE
Fue reconocido como un producto impulsor del desarrollo económico de una comunidad. Nació de la necesidad de apoyar a agricultores de agave.
Trabajan principalmente con pobladores de la etnia Hñahñu en los estados de Hidalgo y Jalisco, quienes son al mismo tiempo accionistas de la marca. Durante 22 años esta empresa ha reinvertido todas sus utilidades al desarrollo económico, social, educativo de las comunidades cercanas.
Gracias a este negocio social se ha creado nueva infraestructura y fuentes de empleo en la región.
3) ECOMMX
A través de un ciclo completo de reaprovechamiento, esta empresa procesa el aceite usado de casas y restaurantes para transformarlo en alimento para ganado. Posteriormente usan las heces de esas mismas vacas como combustible en sus procesos, que aunque no pueden evitar generar cantidades reducidas de emisiones tóxicas, tratan de compensarlo a través de la siembra de árboles.
Gracias a una enzima que desarrollaron, regeneran hasta el 84% del aceite comestible. Aseguran que esta técnica puede hacer que un litro de aceite se recicle por un costo mínimo, y podría ser un solución a gran escala para implementar en la mayoría de los restaurantes.
En conclusión…
Es verdad que aún las pequeñas y medianas empresas no pueden competir con las grandes corporaciones; sin embargo, de forma reciente el e-commerce les ha permitido encontrar casi la mitad de sus ingresos y ser reconocidas por muchas personas.
El Mercado digital nos ha permitido desde el lugar de las y los consumidores, acercarnos a pequeñas marcas y generar sinergia entre distintos emprendimientos que están comenzando, o que tienen la capacidad de conectar con otros proyectos en el ecosistema y motivar el crecimiento en conjunto.
No debemos olvidar, además, que las PyMEs normalmente inician como negocios familiares, dan empleo al 72% de mexican@s y que fueron las que durante la pandemia sufrieron peores daños económicos, incluso cuando para muchas personas constituyeron una salvación adaptándose rápidamente, arriesgándose por nosotr@s y acercando nuestros víveres.
¡Sostengamos a las pequeñas y medianas empresas de nuestro país!
Te invitamos a sumarte a la conversación y compartir con nosotr@s más PyMEs que la están rompiendo, o que son un ejemplo para otras organizaciones de adaptación a los retos actuales y modelo de buenas prácticas que necesitamos seguir cultivando.