Imagínate caminar por una ciudad donde el tránsito vehicular no solo significa ruido y contaminación, sino también una fuente de energía limpia. Eso es lo que propone FREENERGY, el proyecto ganador de Vozfera 2025, impulsado por un equipo de jóvenes emprendedores: Jorge Luis Gómez López, Jorge Luis Zavala Álvarez, Uriel Castelán Hernández y María Fernanda Ballina Álvarez.
Su idea es simple de explicar, pero poderosa en impacto: aprovechar la infraestructura urbana existente y el flujo constante de vehículos para generar electricidad mediante tecnología piezoeléctrica. Una solución que no depende del clima ni de grandes cambios en la rutina de las personas, y que además utiliza materiales reciclados, como caucho de llantas, contribuyendo a la economía circular.
La experiencia en Vozfera: más que un premio
Para el equipo de FREENERGY, llegar a Vozfera no fue solo un concurso. Fue un punto de inflexión. Participar en el bootcamp de innovación climática les permitió replantear aspectos clave de su emprendimiento, identificar áreas de mejora y fortalecer su pitch frente a personas expertas.
Ellos mismos lo describen con una palabra: “Reflexiva”. Cada mentoría fue un espacio de revisión y ajuste, un “check-up” que los ayudó a validar si lo que habían definido seguía teniendo sentido.
Y aunque su objetivo inicial era practicar y recibir retroalimentación, terminaron ganando. Ese logro, dicen, fue un impulso de confianza invaluable: “Nos hizo sentir que vamos por buen camino y que, a pesar de los retos de emprender, vale la pena seguir trabajando con compromiso y pasión”.
¿Qué hace único a FREENERGY?
La innovación de FREENERGY radica en varios elementos:
- Tecnología piezoeléctrica en espacios urbanos: transforma la presión del tránsito vehicular en electricidad.
- Accesible y de bajo costo: no depende de condiciones climáticas ni de grandes inversiones iniciales.
- Economía circular: incorpora caucho reciclado de llantas en su diseño.
- Impacto directo en los ODS: contribuye a la transición energética y a la reducción de emisiones.
En un país como México, donde más del 70 % de la electricidad proviene de combustibles fósiles, este tipo de soluciones abre la puerta a una transición energética más inclusiva y sostenible.
Retos y aprendizajes del camino
Uno de los mayores desafíos para el equipo fue adaptar su pitch al tiempo asignado y conectar su proyecto con la misión de la Fundación UPS, un reto que los llevó a replantear cómo comunicar lo esencial de su propuesta.
En ese proceso aprendieron algo fundamental: la resiliencia. Entendieron que emprender no es un camino lineal, sino un recorrido lleno de ajustes, replanteamientos y momentos de duda. Como uno de sus mentores les recordó: “Emprender es como un garabato: a veces avanzas, a veces retrocedes, pero siempre estás en movimiento”.
Lo que sigue para FREENERGY
El próximo paso de FREENERGY es la construcción de su MVP (Producto Mínimo Viable) y las primeras pruebas en un entorno real. Esto les permitirá validar su tecnología con early adopters y, desde ahí, optimizar su diseño para escalarlo.
Su visión es clara: impulsar una cultura energética más sostenible, donde empresas, instituciones y comunidades puedan ver que la innovación no siempre depende de soluciones costosas, sino de aprovechar lo que ya tenemos a la mano.
Una inspiración para las juventudes emprendedoras
FREENERGY es un recordatorio de que el cambio climático necesita creatividad, colaboración y valentía. Para otras juventudes que quieran emprender en innovación climática, su consejo es directo:
👉 “Anímense a participar, aunque no se sientan totalmente listos. Cada vez que presentes tu proyecto aprenderás algo nuevo. Reconstruir una idea no es retroceder, es avanzar con más claridad”.
Transformar lo cotidiano en acción climática
La historia de FREENERGY en Vozfera 2025 demuestra que las grandes transformaciones comienzan en lo cotidiano. Lo que parece simple —el paso de un automóvil sobre el asfalto— puede convertirse en una solución que beneficia a comunidades enteras, al planeta y a las próximas generaciones.
En un mundo que necesita urgentemente nuevas respuestas frente al cambio climático, proyectos como FREENERGY nos muestran que la innovación puede surgir de cualquier calle, de cualquier persona, de cualquier idea valiente.