Arrojamos 8 millones de toneladas de plásticos a nuestros océanos cada año (ONU).
De todos los residuos plásticos que de alguna manera contribuimos a que terminen en los océanos, quizá del que más hablamos, gracias a las redes sociales, es del que se encuentra en forma de popote.
Parece que nunca antes habíamos volteado a ver con tanto detalle la manera en la que habíamos estado consumiendo nuestras bebidas. Ahora podemos darnos cuenta que en general muchos de nuestros consumos pueden parecer inconscientes o con poco respeto, sobre todo pensando que mucho del plástico que consumimos termina afectando la vida de muchas especies, sin mencionar que esto también contribuye a la aceleración del cambio climático.
En el océano hay más de 18 mil fragmentos de plásticos por km2, esto provoca la muerte de un millón de aves y 100 mil mamíferos de especies marinas (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
Pide un trago más
Y como sabiendo que de granito en granito de arena es posible hacer un cambio significativo, en el año 2015 en Barcelona surgió la empresa Sorbos, que se dedica a fabricar popotes biodegradables, demostrando con su éxito refleja una mayor tendencia por considerar consumir productos que producen impacto social.
La propuesta de Sorbos funciona de ejemplo para trasformar muchos de los hábitos, que a pesar de que pueden pasar inadvertidos, son dañinos para los ecosistemas.
Popotes biodegradables
La historia se Sorbos comienza cuando Víctor Manuel Sánchez notó que todos los ingredientes dentro de un vaso eran comestibles, excepto los popotes plásticos. Fue entonces que decidió comenzar a diseñar pajillas de manera artesanal que pudieran ser funcionales, no contaminantes y comestibles.
La idea de los popotes biodegradables pronto evolucionó, y gracias a la alianza con ingenieros alimenticios de la Universidad de Barcelona, consiguieron fabricar estas pajillas ecológicas de manera industrial y a comercializarlas a gran encala.
Los popotes que esta organización fabrica son de distintos sabores, aromáticos y completamente comestibles. Su cualidad biodegradable ha provocado que muchos de los restaurantes o bares opten por utilizar popotes de este tipo en las bebidas ofertadas en sus establecimientos.
Gracias a Sorbos en España se evitó el consumo de más de 3.5 millones de pajillas plásticas.
Complementando su intención por inspirar a reducir la producción de plástico, esta empresa social opera en la mayoría de sus procesos con materiales que son biodegradables o reutilizables.
Puede parecer sorprendente el gran cambio que pequeños impulsos en alternativas para el día a día pueden provocar a la sociedad con tan sólo con prestar atención. Para poder contribuir mucho más a disminuir la producción de plásticos es recomendable llevar siempre una bolsa reutilizable, negarse a utilizar pajillas plásticas y reciclar botellas de plástico.