Posibilidades para los que quieren emprender y generar un impacto positivo
Evidentemente si tienes ganas de emprender, ya pensaste en generar algo positivo para tu entorno. Puede ser una aplicación, una plataforma o hasta mismo una tienda. Sin importar cual sea tu idea, ella puede tener un impacto muy grande para tu comunidad.
¿Ya conoces el emprendimiento social? Queremos ayudarte a entender esta modalidad emprendedora. ¡Tal vez descubras tu vocación para cambiar el mundo!
La diferencia de sus emprendimientos en relación a otros está en su propósito. Un emprendimiento social es un negocio que tiene la finalidad de generar un cambio real en relación a algún problema de la sociedad. La ganancia no es un objetivo per se, solamente un medio para crecer, alcanzar la sustentabilidad y generar más impacto. En esta nota, las jóvenes nos cuentan más sobre sus experiencias, lo que implica ser un emprendedor social.
Investigar el problema
Ximena es emprendedora hace poco tiempo, pero garantiza que desde siempre ha sido feminista. “Me acuerdo de a los 7 años ir a la fiesta de Halloween de la escuela disfrazada de Power Ranger. Encima, era un Power Ranger varón”. Fue su propósito personal de cambiar paradigmas sobre género y equidad que la hicieron tomar el desafío de crear un emprendimiento. A través de Geduca, Ximena y otros jóvenes organizan eventos y campañas de sensibilización y brindan talleres para niños y niñas entre 10 y 14 años. Su objetivo es hacer que los chicos se cuestionen sobre los temas género y diversidad. “La educación es donde está el cambio, donde está la construcción de ideas”, explica Ximena.
La estudiante de Sociología encontró en la universidad un espacio para investigar sobre la temática y desarrollar su proyecto dentro de un marco teórico. Hoy, llevan a cabo los talleres por medio de actividades en grupo y juegos. Ximena cuenta que son espacios muy interesantes y abiertos, en donde los estudiantes se dan cuenta de que hay algo que les condiciona a ver el mundo como lo hacen. “Hay algo por detrás de pensar que la nena tiene que usar el rosado y el nene el azul. Y ellos se dan cuenta durante el taller que no tienen un fundamento para estos conceptos. ‘Es así porque es así, porque me lo dijeron, porque me lo repitieron tantas veces’, dicen ellos”.
Proponer una solución
Así como Ximena, Catalina eligió utilizar la educación para ayudar a niños y niñas de zonas rurales en Colombia. Catalina es proveniente de una vereda (una agrupación entre 100 y 600 personas a una hora de la zona urbana). Son lugares con bajos recursos e infraestructura. Ella cuenta que conoce de cerca las carencias y la violencia que estas comunidades sufren, sobre todo por el conflicto armado que por mucho tiempo existe en el país.
Su emprendimiento se llama Tin Tin Corre Corre y lo que hacen es organizar talleres sobre emprendimiento para los niños de estas localidades. Trabajan este tema debido a la necesidad de capacitar los jóvenes para que puedan solucionar conflictos, generar proyectos y liderar. Catalina apunta que estas son herramientas muy importantes para que puedan tener perspectivas más amplias y aspirar a un futuro mejor. “Ayudamos a que los niños tengan más claro su proyecto de vida. Que tengan una meta, que sepan que los sueños son posibles de lograr”.
Persistir
Estas jóvenes asumen que estar en el puesto de “emprendedora social” no es sencillo. Catalina explica que tuvo que superar problemas bastante frecuentes en las iniciativas sociales, como la falta de dinero. En su caso, una solución fue armar una campaña de crowdfunding, para generar recurso y realizar las actividades.
Otro aspecto importante en un emprendimiento social es desarrollar el producto. Para realizar los talleres y brindar conocimiento a los niños, Catalina cuenta que generaron una metodología propia en base a actividades que se adaptan a cada contexto y vereda. Además de los talleres facilitados por su equipo, ella cuenta que se esfuerzan para involucrar a toda la comunidad, especialmente padres y profesores. “Tenemos una comunicación muy directa con ellos. Hacemos un seguimiento de acuerdo a lo que se necesite para los niños después que se termina el curso”.
Para quien necesita una mano…
Para Ximena, uno de los principales pasos que tomó para estructurar su emprendimiento fue participar del concurso Estamos Comprometidos, de Socialab. Geduca fue parte del proceso en 2015 y terminó como uno de los emprendimientos ganadores. Ximena explica que la experiencia fue muy importante para el desarrollo de su proyecto. “Todos queremos cambiar el mundo, pero ¿cómo vamos a hacer eso? El concurso me permitió estructurar mi idea, además de hacer un montón de networking. Fue tremenda experiencia”. Ella explica que al acercarse al mundo del emprendimiento pudo ver los beneficios de llevar conocimiento empresarial a un proyecto social. Esto genera sustentabilidad y estructura a largo plazo. “Me permitió pensar que lo social y la lógica comercial y de negocios no están tan alejados. Sino que permiten una fusión muy interesante”.
Para conocer más oportunidades para desarrollar tu emprendimiento social, conoce las convocatorias abiertas en Socialab aquí.