¿Qué haría un líder emocional?

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Empiezas tu día con una humeante y deliciosa taza de café. Abres tu laptop y una avalancha de problemas se desbordan de ella; problemas que, si lo analizas bien, se pudieron haber resuelto mucho antes de una mejor manera. Entonces te preguntas: ¿Qué haría un buen líder, un líder emocional, en una situación como esta?

Un emprendedor social tiene un feeling especial para detectar problemáticas sociales o medioambientales que utiliza para diseñar la mejor solución para estas. Lo mismo que hace un buen líder, un líder emocional: su papel es satisfacer las necesidades de otros y potenciar a su grupo al siguiente nivel.

En nuestra publicación anterior establecimos el propósito de observar detenidamente a nuestro equipo de trabajo con el fin de detectar sus necesidades. ¿Fuiste capaz de ser empático con tus colaboradores? ¿Qué fue lo que encontraste? Si lo lograste te felicito, porque la empatía es una de las principales competencias que define a un buen líder. Y aunque en las siguientes publicaciones hablaremos más del líder emocional, te comparto algunas acciones que puedes poner en práctica desde ya para contener los conflictos de tu empresa y salvar el día.

Emociones identificadas El líder emocional…
Temor, incertidumbre. Abre el diálogo e inspira seguridad a pesar de las complicaciones que encuentren en cualquier situación.
Sensación de fracaso, falta de motivación. Reconoce los logros dentro del fracaso (convocatoria fallida, alianza no logrado, no se logró el impacto planeado); asigna tareas para que cada miembro del equipo recupere su confianza.
División, ruptura. Vuelve al origen, para que el equipo recuerde la causa que los unió, por quién y para quién están trabajando.
Sienten que no pertenecen. Muestra interés genuino en cada uno y los involucra en la actividad diaria, quizá directamente con sus beneficiarios.
No hay creatividad, están sumergidos en una rutina. Baja el ritmo, los invita a divertirse y pone el ejemplo. Tal vez implementa la “pared de ideas locas” y recompensa la más sobresaliente.
Falta de objetivos, de guía. Comparte una historia de personas o comunidades a las que pudieron impactar en el pasado y pide que los demás participen.
Búsqueda de realización personal. Transmite la seguridad que tiene en su misión y visión para inspirar a los demás a lograr lo mismo.

Por supuesto, todo lo anterior debe adaptarse a la realidad de tu empresa. Si tienes alguna duda estamos para escucharte.

#SeamosLuzDelMundo

Cynthia Aguilar

Formadora en Inteligencia Emocional y Empoderamiento.

 

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