por: Juan Manuel Aguirre
Antes el fracaso era causa de vergüenza. Después de 2012 es un orgullo contar tu experiencia Fuck Up.
Octavio Paz, en su esfuerzo por hacer un retrato general de los mexicanos, escribió su famoso libro El Laberinto de la Soledad, donde anota lo que según él son los elementos subyacentes en la sicología del mexicano, entre los que se cuenta el miedo a rajarse o a abrirse y mostrarse vulnerable; esa rara costumbre que nos lleva a usar máscaras con las que protegemos nuestras debilidades internas.
Pues hoy es buen momento para reescribir el Laberinto de la Soledad después de lo que un grupo de amigos de la Ciudad de México se aventaron a hacer: quitar la pena de hablar en público de los más grandes fracasos empresariales. Todo partió de una inocente pregunta como esta: “¿y si aprendiéramos de los fracasos que han tenido otros empresarios?”. Una pregunta tan simple que resultó ser el detonador de lo que ahora es el movimiento global de (las ahora famosas) Fuck Up Nights: eventos donde 2 o 3 ponentes explican en 7 minutos y 10 imágenes una historia de fracaso empresarial en un ambiente muy relajado, normalmente entre cafés, cenas o cervezas.
Su presencia en más de 42 ciudades del mundo, es prueba suficiente del gran poder pedagógico de este modelo que, a mi parecer, nos enseña 4 puntos importantísimos en la formación de emprendedores y empresarios:
- Resiliencia: emprender es dar un paso a ciegas donde el riesgo es mucho y donde constantemente se pierde varias veces antes de conseguir un triunfo. La resiliencia es esa capacidad de perseverar en medio de las dificultades y volver a arriesgar después de tropezar.
- Nadie aprende en cabeza ajena: para aprender a emprender se tiene que poner manos a la acción y no hay teoría, libro o gurú que pueda tomar las decisiones por ti.
- El fracasado se convierte en maestro: ya no se vale aprender solo de los errores, es importante compartir qué no se debe hacer y qué se debe hacer con cautela.
- Ambiente de amigos: todos nos abrimos más fácilmente cuando no hay quien te juzgue, sino que te aprecie y apoye; tal como la comunidad Fuck Up Nights (FUN) con un café o una cerveza al lado.
Sin duda estamos frente a una expresión propia de una generación joven que está determinada a liderar el crecimiento económico de México creando empresas e innovando en las formas de pensar los productos y servicios que disfrutarán las futuras generaciones. Jóvenes que valoran más el aprendizaje informal y experiencial.
En Puebla, las FUN se han realizado por más de un año con un formato nómada, migrando entre oficinas, bares, cafés y restaurantes, siendo también excelentes espacios para favorecer el networking entre emprendedores de la misma ciudad.
¿Emprendes o quieres emprender? Búscalos en Facebook como Fuck Up Nights Puebla y únete a los fracasados.
fuente original: e-consulta