Inclusión financiera, un desafío en Latinoamérica

Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
LinkedIn

Diez millones de adultos en México no tienen acceso a servicios financieros, esta situación se origina principalmente en zonas vulnerables y de difícil acceso, excluyéndolas del sistema financiero moderno. 

Inclusión financiera, de acuerdo con el Banco Mundial, significa que todas las personas o empresas deben tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades, ya sean transacciones, pagos, ahorros o créditos, prestados de manera responsable y sostenible.

El estado de pobreza en el que se encuentran 184 millones de personas en Latinoamérica, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), propicia que este número de personas se encuentren al margen del sistema financiero y no puedan participar de lleno en la economía local o mundial.

Este contexto representa una oportunidad para reducir la brecha de desigualdad financiera, puesto que este sector de la población es el que más aprovecharía los beneficios de estar dentro del sistema bancario. 

¿Qué necesitan las personas para lograr la inclusión financiera?

En el más reciente estudio de la Red Aspen de Emprendedores para el Desarrollo (ANDE por su siglas en inglés) en colaboración con Fundación Metlife, dibuja el panorama de la inclusión en Latinoamérica, específicamente en Brasil y México. 

Los datos se recopilaron durante su Laboratorio de Aprendizaje sobre Inclusión Financiera, espacios de encuentro donde los participantes comparten investigaciones, debaten y aprenden de otros.

ANDE es una comunidad global de organizaciones que busca impulsar el emprendimiento en países en vías de desarrollo, mediante servicios que fomenten el crecimiento de pequeñas empresas, generen empleos, desarrollo económico y beneficios socioambientales.

En la elaboración del estudio participaron expertos en finanzas para desglosar temas como: infraestructura que se necesita para proporcionar acceso a servicios financieros, educación financiera, diseño de productos y servicios centrados en el usuario, herramientas que en conjunto trazan el camino para obtener la inclusión financiera. 

Startups por la inclusión financiera

A pesar de que los números son señal de alarma, no todo está perdido aún, el Laboratorio de la ANDE nos acerca a proyectos que trabajan para que más personas en situaciones vulnerables, para inspirar a más emprendedores a desarrollar herramientas o programas que contribuyan al crecimiento de Latinoamérica.

Tal es el caso de Guiabolso, una aplicación brasileña diseñada para beneficiar a personas que pertenecen a la base de la pirámide con información financiera y opciones de crédito de acuerdo a las necesidades de cada usuario. 

La app ha impactado a miles de personas en  Brasil y se tiene el objetivo de expandirse hasta cubrir a todas las personas en situación de pobreza en ese país, además su modelo de negocio contribuyó al desarrollo de propuestas similares  en México. 

“Desde el punto de vista del usuario, una dificultad importante es la generación    de confianza: una persona que no ha sido usuaria de servicios y productos bancarios no tiene confianza porque las instituciones no la han considerado nunca como cliente… Los segmentos con los que trabajamos necesitan empoderarse   para ser protagonistas de su salida de una situación de pobreza”

Juan  Navarrete, VP Business and Partnership Development, Fundación Capital y participante en el Laboratorio de Aprendizaje sobre Inclusión Financiera

Shopping Basket