Desde las minas a las fábricas, la industria electrónica está llena de prácticas injustas, por lo que Fairphone busca generar un cambio.
Desde 2013 esta empresa social con sede en Ámsterdam desarrolla y comercializa teléfonoes inteligentes bajo la política de procesos justos.
Los Fairphones son producidos bajo condiciones de trabajo justas durante toda su cadena de producción. Se usan sólo materiales libres de conflicto para eliminar riesgos como la financiación de conflictos armados y el trabajo infantil.
«Tenemos café y bananas de comercio justo, ¿por qué no un teléfono móvil?»
fundador Bas Van Abel
La finalidad de hacer estos teléfonos, además de crear un impacto positivo en cómo se fabrican, utilizan y reciclan los teléfonos, es establecer un nuevo panorama en los procesos de fabricación de estos productos, que examine cada paso de la cadena de suministro y explore nuevas maneras de hacer mejoras.
El diseño de Fairphone es modular, las reparaciones son sencillas, tienen disponibles piezas de repuesto y actualizaciones de software. Esto extiende más allá del promedio de dos años la vida útil de los teléfonos, maximizando así la recuperación de teléfonos viejos y desechos electrónicos de Europa.
Actualmente ya son más de 100,000 propietarios de un teléfono sustentable.
Gracias a sus alianzas con iniciativas e instituciones, han logrado establecer cadenas de suministro rastreables. Los materiales que se utilizan para su elaboración son responsables y libres de conflicto.
China, sede de la industria electrónica
La mayoría de los smartphones existentes son fabricados en China. Este rápido y asequible proceso de producción del país es posible a costa de los trabajadores. El deseo de mejorar las condiciones laborales en el corazón del sector de la industria electrónica, Fairphone incluye planes de salud, seguridad y jornada laboral justos.
Sus trabajadores pueden compartir sus ideas e inquietudes para mejorar su experiencia laboral.