Imagínate si tu cerebro estuviera ajeno a todos los demás órganos de tu cuerpo, o si tu estómago ignorara los requerimientos de alimento para que puedas vivir. Como te puedes dar cuenta, ninguno de ellos funciona totalmente independiente de los demás, y con los equipos de trabajo es exactamente lo mismo.
Toda la vida nos han dicho que nos volvamos expertos en lo que hacemos, ¿no es cierto? Aquí te presentamos otro punto de vista:
Metodologías ágiles y los equipos multidisciplinarios
Originalmente se pensó en producir en masa cualquier producto para que saliera al mercado, sin pensar en las particularidades de los clientes, ni en los excedentes y mucho menos en las perdidas y gastos que ello ocasionaba. Para este tipo de procesos se necesitaban especialistas.
Las empresas que trabajan con metodologías ágiles (o lean) tienen mejores resultados, menor desperdicio, mejor manejo de inventarios y sobre todo un mejor rendimiento y participación de sus equipos de trabajo, por mencionar algunas de sus bondades.
Lean, como ya habíamos mencionado, significa eliminar todos estos desperdicios en el proceso de producción, pero no solo ahí, sino también implica generar toda una cultura organizacional basada en los procesos y las personas, para que los demás cambios se den por añadidura.
Estas metodologías propician la rotación del personal en diferentes áreas y niveles de la empresa, en realidad es más bien como una familia que fortalece la empatía y la comunicación asertiva, en lugar de cerrar su visión y opinión a cierta área; es decir: equipos multidisciplinarios.
No significa que seamos todólogos, en realidad hay cosas para las que funcionamos muy bien y otras para las que definitivamente no, sin embargo empaparnos del funcionamiento completo de la organización nos permite ponernos en los zapatos de los demás y entender su trabajo desde su perspectiva.
De esta manera se evita uno de los malos que más aqueja a los equipo, la cerrazón y falta de cooperación entre ellos, si cada elemento jala para su lado, van a terminar yendo hacia ningún lado. Imagínate que tus pies quisieran ir a la derecha y tus piernas hacia la izquierda, lo más seguro es que termines en el suelo si estos dos protagonistas no se comunican entre sí.
Te invito a hacer un ejercicio con tu equipo, que todos cambien de área por un día, te aseguro que será un día divertidísimo y lleno de sorpresas, de dolores de cabeza, pero sobre todo de entendimiento mutuo que los unirá mas como equipo y sobre todo como familia. Cuéntame cómo les fue.