Gracias a la energía que obtienen del tratamiento de residuos orgánicos, Barquillos de Oro impacta positivamente en el medio ambiente y nos ayuda a hacer helados.
Toneladas de desechos son las que se producen diariamente tan solo en la Ciudad de México, y aún más preocupante es que de ellas no conseguimos reciclar ni el 15%. Pero además de los grandes problemas de acumulación de basura que sufrimos en los centros urbanos, la mayor parte de los residuos terminan en vertederos sin otra utilidad, pudriéndose y ocasionando grandes daños al medio ambiente por la acumulación de dióxido de carbono.
Barquillo de Oro es un emprendimiento fundado en Tlaxcala por dos hermanos que encontraron una forma de gestionar residuos orgánicos para convertirlos en energía, y evitar al mismo tiempo que estos desperdicios se conviertan en tóxicos para el planeta.
La base de su tecnología es un biodigestor, el cual descompone la materia orgánica, convirtiéndola en el combustible necesario para alimentar y hacer funcionar todas las etapas de su proceso productivo.
Donde algunos solo veíamos basura, este emprendimiento vio oro que mide su valor con el impacto positivo que produce al medio ambiente, además de que se vislumbra con gran potencial para desarrollarse como un modelo de negocio replicable en cualquier industria.
Empoderador como impulso a su propósito
Una “experiencia inolvidable” es como Alex y Fernando describen su participación en el desafío Empoderador, el cual tiene como objetivo identificar e impulsar iniciativas que generen impacto positivo social y/o medio ambiental en sus comunidades.
Gracias al reconocimiento por ser seleccionados como uno de los seis proyectos ganadores de entre más de 1400 ideas, su modelo de negocio social podrá verse beneficiado con nueva tecnología y acompañamiento especializado que los ayudará a desarrollar su propuesta y convertirla tal vez en una realidad aplicable a cualquier negocio.
Conoce más acerca de este y los otros proyectosganadores de la primera edición del desafío Empoderador.
