El ADN de un Startup

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Fue en 1990 que se acuño el término Lean (sin grasa), surgido de la necesidad de aligerar los procesos de la industria automovilística, donde la empresa Toyota fue el gran impulsor, éste concepto después se traspasó a la industria de desarrollo de software y ahora, debido a su eficacia se puede utilizar casi en cualquier tipo de empresa.
Podemos decir que al innovar en dichos procesos, Lean busca siempre la mejora continua rigiéndose por valores, principios y buenas prácticas. Ese es su ADN.
Bien sabemos que una Startup sin una misión clara o un objetivo al que quiera llegar, es una empresa que carece de sentido, por eso es tan importante saber de qué está hecha nuestra empresa, su ADN, para que todo recurso, estrategia o herramienta esté alineado a él. Y por eso las Metodologías Ágiles tienen bien definidos sus principios y valores (establecidos en el Manifiesto Ágil), ya que no solo se basan en entregar un producto final, sino en el aprendizaje que conlleva todo este proceso.
El Manifiesto Ágil menciona que los valores sobre los cuales da prioridad y toma decisiones ésta metodología son:
● Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas
● Software funcionando sobre documentación extensiva
● Colaboración con el cliente sobre negociación contractual
● Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan
En estos valores tenemos palabras clave como “Individuos” e “Interacciones”, ya es muy común encontrar a personas con habilidades extraordinarias en cualquier área de una empresa: diseño, planeación, operación, programación, etc. etc., sin embargo no saben una pizca de cómo interactuar con el resto del equipo, sus habilidades sociales son nulas y entonces por más que su trabajo sea impecable no pasa de ser suficiente, tristemente al tener problemas de comunicación o de ser incapaz de empatizar con las problemáticas de los demás, su trabajo final es vacío e individualista, desaprovechando así el CI grupal que puede potenciar los resultados de manera asombrosa.
Y la otra palabra clave es “Colaboración”, ya que no solo se habla de la colaboración con las personas que integran nuestra Startup, sino también del cliente, el objetivo es involucrarlo en el proceso para que el trabajo que se le entregue sea lo más cercano a sus necesidades, que realmente le de valor a su vida.
Otras metodologías de gestión de proyectos se veían muy limitadas ante los ambientes en continuo cambio, que ahora están a la orden del día, y agile también surge como respuesta a estos ambientes, adaptándose a los cambios inclusive ya muy cerca de la etapa final de desarrollo, donde también la actitud del equipo ante el cambio debe ser de total apertura y de respuesta rápida, y p. ej. La comunicación asertiva se convierte en una competencia fundamental para todos los desarrolladores.
Ciertamente adoptar esta modalidad en un equipo requiere de un líder que más allá de ser un erudito, requiere de una Inteligencia Emocional elevada para saber conjugar todos estos elementos y conseguir el impacto deseado y ese podrías ser tú.
Ahora que ya sabes más al respecto, te pregunto ¿Cuál es el ADN que quieres para tu Startup?

#SeamosLuzDelMundo
Cynthia Aguilar
Formadora en Inteligencia Emocional
CEO Bacuza
Fellow Balloon.

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