Hace algún tiempo me buscó un amigo que puso una mezcalería en la Ciudad de México y me platicó un caso de terror que le acababa de pasar: Contrató a un mixólogo a prueba por 1 mes pero no firmó contrato y le pagó ese periodo en efectivo sin pedirle recibo. Cuando mi amigo le informó que no se había quedado con la vacante, el mixólogo le pidió más dinero bajo la amenaza de que si no lo hacía, lo iba a demandar laboralmente. Mi amigo, con mucho coraje e impotencia, cedió a la amenaza y le pagó la cantidad extra al mixólogo prefiriendo concentrarse en su negocio.
La historia de este emprendedor desafortunadamente pasa muy seguido. El buscar ahorrarse tiempo y dinero en contratos que regulen las relaciones de trabajo con sus equipos, muchas veces le sale mucho más costoso a la startup.
Por ello, aquí van 4 tips jurídicos que te pueden ayudar cuando empieces a trabajar con colaboradores para tu startup:
Nunca dejes los acuerdos entre tu colaborador y tú únicamente en “palabra de honor”. Mejor, después de hacer ese pacto, plásmalo en papel.
Hace tiempo un emprendedor me preguntó después de una conferencia que dimos en INCMty si podía firmar contratos en servilletas. La respuesta corta fue y siempre será, por supuesto. Aunque siempre será preferible hacerlo en un papel tamaño carta u oficio, a computadora, con una estructura clara definida por un abogado, de tener una servilleta a no tener nada, siempre elige la servilleta. De la servilleta al contrato formal, siempre elige el contrato formal.
2. ¿Stormtrooper o Boba Fett?
Ya estás listo para firmar contratos con tu equipo, pero te salta la pregunta del millón de dólares; “¿es empleado mío o es freelancer?” Lo anterior tiene una gran importancia, ya que una relación laboral (empleado o trabajador) se rige por reglas muy distintas a una relación civil (prestador de servicios o freelancer). La clave para responder a tal incógnita será diferente en cada caso y te recomiendo siempre asesorarte con un abogado experto.
Pero para no dejarte con la duda, te comento que el abogado se fijará principalmente en lo siguiente:
- Que exista subordinación (que el colaborador reciba expresas instrucciones de cómo realizar su trabajo;
- Que tenga un sueldo y un horario fijos;
- Que dicho sueldo sea su única o mayor fuente de ingresos; y
- Que se le provea de las herramientas para hacer su trabajo.
El freelancer en cambio, tiene trabajos con otros emprendedores, usa su propio equipo, no tiene horarios ni sueldo fijo y en general, goza de una independencia que normalmente no tiene el trabajador o empleado.
Ejemplificando esto para los fanáticos de Star Wars, es como si un Stormtrooper fuera un trabajador (tiene uniforme, su principal fuente de ingresos es lo que le paga el Imperio Galáctico, trabaja en jornadas fijas y debe seguir las órdenes diarias de Darth Vader y sus secuaces). Por el otro lado, el caza recompensas Boba Fett sería un prestador de servicios o freelancer (trabaja para el mejor postor ya sea Jabba the Hutt o Darth Sidious, no tiene horarios fijos ni uniforme y no necesita que le provean de sus herramientas de trabajo).
3. Formalidad llama a formalidad
Ya definiste qué tipo de relación tendrás con tu colaborador, ahora es necesario que cumplas con lo que te corresponde. Si es trabajador, deberás de palomear los requisitos que marca la ley (IMSS, Infonavit, sus prestaciones legales, etc.). Mientras que si es freelancer, deberás de cumplir puntualmente con sus pagos y a lo demás que te hayas comprometido a realizar en el contrato.
Acuérdate que la formalidad llama a la formalidad y eso lo ven tus socios, los colaboradores y tus posibles inversionistas. Además y mucho más importante: si documentas todo, tendrás muchas herramientas para defenderte frente a una situación como la de mi amigo y el mixólogo.
Empieza por firmar contratos, pagar a tiempo, dar de alta como trabajador (si es el caso), pedir que te firmen recibos después de cada pago que hagas y darles sus prestaciones legales (días de vacaciones, aguinaldo, etc.). Esto le dará seriedad a tu startup y la blindará frente a posibles problemas futuros.
4. Confidencialidad
Finalmente, si tus colaboradores trabajarán con información confidencial que no te gustaría que conozcan otras personas, agrega una cláusula de confidencialidad en tus contratos. Esto te servirá para que si un ex colaborador decide trabajar para tu competencia, no pueda compartir información delicada sobre tu startup so pena de responder económicamente por ese incumplimiento contractual. Siempre define qué se considerará confidencial y por cuánto tiempo (mi recomendación es mientras menos abarque la confidencialidad, más se blinda y nunca la extiendas por más de 10 años).
Pues ya estás listo para realizar contrataciones en forma y empezar a proteger a tu startup. Comienza ya a firmar contratos con tus colaboradores. Si tienes alguna duda no dudes en buscarnos en komenko.mx o en nuestras redes sociales. Éxito, ¡y que la fuerza te acompañe!