Por: Adriana Ovando
Emprender es una de las decisiones más importantes en la vida, pues es cuando eliges convertir tu idea de negocio en una empresa, sin embargo, existen muchas grandes ideas que no corrieron con buena suerte, ya sea por falta de inversión, por diseñar un producto que el mercado no necesitaba o por no tener un modelo de negocio adecuado.
De acuerdo con la CONDUSEF, hoy existen más de 4.1 millones de unidades económicas en México. De ese universo, el 99.8% son consideradas Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), las cuales aportan 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 78% del empleo en el país. De ahí la importancia de generar nuevas empresas, así sean micros o pequeñas.
“Constituir una empresa en cualquier parte del mundo siempre es una tarea difícil, y no porque no existan herramientas o entes gubernamentales para hacerlo, sino por la gran cantidad de tiempo que se debe invertir en la recopilación de los documentos necesarios para tal fin”, comentó Jorge González Gasque, Director General de la consultora de empresas especializada en startups, G2 Consultores. “Hoy en día, gracias a la ASEM (Asociación de Emprendedores de México) se pueden crear empresas en un día y a costo cero en nuestro país.”
Y aunque no hay una ruta estandarizada para que puedas crear una empresa, sí podemos encontrar ciertas pautas que los nuevos empresarios pueden tener en cuenta en esta nueva aventura. Aquí es importante que tengas en cuenta: la actividad comercial que se desarrollará, evaluación de riesgos, costos iniciales de operación, capacidad financiera, plan de mercado, etc.
Independiente del tipo de negocio que deseas abrir, estos pasos te pueden ayudar para ser un nuevo emprendedor y a clarificar el camino para iniciar tu propia empresa:
La idea. No es necesaria una idea que vaya a revolucionar el mercado, tratando de encontrar el Eureka de los negocios. Reinventa los negocios tradicionales incorporando tecnología, cambiando el modelo de negocio o algún cambio en tus procesos que mejoren su eficiencia, entre otros. Por ejemplo, Uber reinventó el servicio de taxis al crear un modelo de negocios colaborativo y digitalizarlo con una aplicación móvil; Netflix reaccionó rápidamente a los cambios emergentes en la tecnología y creó un modelo basado en suscripciones.
«Las personas en la actualidad buscan en internet las respuestas a sus necesidades principales y antes de tomar alguna decisión, consultan contenidos e información de relevancia para saber qué propuesta suple mejor su necesidad”, agregó el directivo.
Encontrar una oportunidad
Para que un negocio funcione, tu idea debe coincidir con alguna oportunidad en el mercado. ¿Hay necesidades insatisfechas? ¿Pocos competidores? ¿Alguna tendencia en el mercado que hasta ahora no se aprovechó? Piensa de qué forma vas a diferenciarte de otros emprendimientos similares y por qué tus posibles compradores deberían adquirir tu producto y no el de tu competencia.
«Si lo que haces diferente es valioso para los clientes o usuarios potenciales, estás en el camino correcto, pero si tu diferencia le va a importar a unos cuantos o es solamente un “nice-to-have” quizá estás perdido”, detalló Gasque.
Genera conexiones
Identifica cuál es el problema y qué necesidad vas a resolver, ¿acortará el tiempo que se necesita para hacer algo? ¿facilitará encontrar algo? ¿puede hacer algo más funcional o emocionante? ¿esto es algo por lo que la gente querrá adoptar mi producto?
Recuerda identificar las oportunidades que te ofrece el mercado y estudiar la competencia para encontrar tu espacio; si escoges un mercado que sea demasiado competido, deberás prestar atención en encontrar los nichos que todavía no han sido ocupados, aunque si escoges un campo donde no hay competencia, puede ser porque no hay suficiente demanda para mantener un negocio rentable.
Plan de negocio
Define tu negocio, qué vas a ofrecer y cuál va a ser tu mercado. Sólo conociéndote a ti mismo lograrás avanzar en los siguientes pasos, que te ayudarán en la puesta en marcha y serán definitivos en la fase de consolidación de la empresa. Analiza el mercado y cómo quieres posicionarte, cuál será tu campo de actuación y, sobre todo, ten muy claro quiénes serán tus clientes, cómo vas a captar su atención y cómo quieres llegar a ellos.
Recuerda que ningún plan está completo sin un análisis financiero, esto incluye una proyección realista y convincente, así como los costos que los acompañan. Calcula tu capital inicial, hasta cuándo te va a durar y las rondas de inversión que vas a necesitar en el futuro.
Creación de marca
Crear una marca para tu negocio, debería ser algo prioritario, sobre todo si nunca antes lo habías considerado. Si cuentas con el suficiente dinero para invertir, puedes contratar una consultora de branding que te puede guiar durante la creación, aunque en resumen debes:
- Definir tus objetivos clave para tener una base en la cual apoyar el desarrollo de tu marca.
- Centrarte en el público objetivo adecuado y dirige tu marca hacia él.
- Crea una personalidad e identidad relacionadas con tu público objetivo y metas para homogeneizar tus esfuerzos.
- Asegúrate de que tu estrategia de marketing y redes sociales están funcionando para desarrollar un funnel de conversiones sólido.
Asesoría contable y jurídica
Toda nueva empresa debe contar con asesoría contable y legal. Ya que tener un contador y un abogado desde el inicio de la empresa te evitará problemas con los contratos y los cálculos de los primeros gastos. Además, la asesoría contable funciona como un compañero del pequeño empresario, pudiendo, inclusive, facilitar el crecimiento del negocio.
“Muchas veces, los emprendedores olvidan ciertas acciones jurídicas de suma importancia en la aventura de crear una empresa”, afirmó Jorge González. “El pacto de socios suele ser el gran olvidado, por ejemplo. Los socios comienzan la aventura con muchas ganas e ilusión, pero olvidan pensar en lo que puede ir mal”, manifestó.