¿Cómo convertir el estiércol de animales en energía?

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¿Te has preguntado si una empresa social verdaderamente puede escalar, ser económicamente exitosa e impactar a cientos de miles de personas?

Mucha gente todavía cree que cuando hablamos de empresas sociales, nos referimos a proyectos muy “soñadores”, pero que realmente no tienen la posibilidad de ser verdaderamente exitosos. 

Es por eso que me dio un increíble gusto escuchar la noticia de que este mes Sistema.bio cerró una ronda de inversión por 12 millones de dólares, para expandir sus operaciones e impactar a más de 200 mil personas.

Entre los inversionistas se encuentran DILA CAPITAL, Engie RDE Fund, EcoEnterprise Fund, EDFIMC – ElectriFI, Endeavor Catalyst Fund, CoCapital, Shell Foundation, Triodos, Alpha Mundi, EcoEnterprise Fund, y Lendahand entre otros.

Sistema.bio, que quizá algunos la conozcan como Sistema Biobolsa, es una de las primeras empresas sociales que surgieron en esta nueva ola de los negocios con enfoque en el impacto social.

En 2010, Alex Eaton comenzó esta compañía que lleva biodigestores a pequeños productores del campo que no tienen acceso a recursos básicos como el gas.

Utilizando el estiércol de sus animales, las familias pueden comenzar a generar biogás que les permite aumentar sus ingresos, combatir la pobreza alimentaria e incluso apoyar al combate al cambio climático.

En sus nueve años esta firma sin duda se ha vuelto una de las empresas sociales mexicanas más exitosas: hoy tienen operaciones en Latinoamérica, el Caribe, Asia, Europa y de hecho, es el principal productor de biogás en ¡TODA ÁFRICA!

Pero aún con todo el éxito obtenido, Sistema.Bio no está dispuesta a parar hasta que todos los pequeños productores del campo tengan sus necesidades cubiertas, por lo que hoy dan un gran paso hacia delante con el cierre de una ronda de inversión de 12 millones de dólares para expandir su modelo de negocio a las regiones más inaccesibles de América Latina. 

Un pequeño paso para Sistema.Bio, un gran salto para el Emprendimiento Social

La inversión que hoy consiguió Sistema.Bio sin duda será importante para quienes conforman la compañía, pero más allá de eso, es un obstáculo superado importantísimo para el ecosistema de emprendimiento social en México y América Latina.

En casi una década, Sistema.Bio ha demostrado que se puede tener un modelo de negocio exitoso impactando a personas en condiciones vulnerables. Esto los ha llevado a obtener reconocimientos de organizaciones como Ashoka, la Clinton Global Iniciative, y el Banco Interamericano, entre otros.

Su modelo ya había recibido previamente 2.6 millones de dólares de inversión para poder instalar 6,500 biodigestores, impactar a más de 42 mil personas y mitigar el efecto de más de 100 mil toneladas de CO2. 

El éxito de Sistema.Bio, y su recaudación actual, marcan un precedente del potencial que tienen los modelos de triple impacto (utilidades, medioambiente, impacto social), siendo un excelente ejemplo para el futuro.

Esto es relevante no sólo para ellos, sino para todos los demás que queremos impulsar o crear empresas con impacto social.

En varias ocasiones, he escuchado a Vincent Speranza, director Endeavor México, decir que lo que hace falta para impulsar el emprendimiento en México son más casos de éxito, y tiene toda la razón. 

Esta muy estudiada la importancia de los “role models” para impulsar la cultura del emprendimiento, inspirar a nuevas generaciones y generar un impulso positivo para que se generen los recursos necesarios.

Con la noticia de su ronda de capital, Sistema.Bio consolida su posición como modelo a seguir para futuras generaciones de emprendedores sociales que se tendrán que enfrentar a cuestionamientos de quienes no creen que los negocios y el impacto pueden combinarse y crear modelos exitosos.

Marcando precedentes para la inversión de impacto

Esta noticia no sólo impactará a emprendedores, sino que también será una gran influencia para el capital de inversión.

En los últimos años, aunque ha crecido exponencialmente la inversión de impacto, todavía son pocos los fondos que se designan a sí mismos como fondos especializados en impacto.

Una de las noticias más positivas de la ronda de Sistema.Bio, es que muchos de los inversionistas no están especializados en emprendimiento social, sino que son fondos con distintas tesis de inversión.

Fondos con perfiles muy distintos, que, sin saberlo, hoy además de invertir en una gran empresa, están ayudando a impulsar la inversión de impacto en México y América Latina.

Muchísimas felicidades a todo el equipo de Sistema.Bio. En nueve años de trabajo han hecho algo admirable que muchos de nosotros apenas estamos soñando y hoy se convierten en un modelo a seguir para futuras generaciones. 

Nos han demostrado que cuando trabajas duro, te apasionas por un problema y construyes un gran equipo, es posible crear una empresa con impacto, obtener el capital necesario para escalarla, y sobre todo, que es posible construir un mundo mejor para quienes más lo necesitan. 

Mi nota fue publicada originalmente en Entrepreneur.

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