Hace 14 años escuché una conferencia que me cambió la vida y mi visión del éxito, fue en Bogotá que tuve la oportunidad de escuchar a Bernardo Toro plantear que necesitamos un cambio de paradigma del éxito, para ir del éxito individual y la acumulación infinita, al éxito que sólo se puede lograr en conjunto.
Hoy tengo la oportunidad de reencontrarme con este gran líder, en el Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil, con quien hablamos de cómo, aún 14 años después, sigue siendo igual, o quizá aún más relevante que nunca, cambiar los paradigmas del éxito, el progreso, y el trabajo de la sociedad.
Todos somos conscientes de que el planeta , la democracia y los bienes comunes están en riesgo. La gran pregunta es porqué llegamos aquí y qué tenemos que hacer para enfrentar estas crisis sociales y climáticas.
En la actualidad vivimos un panorama de polarización alarmante, donde predomina un pensamiento conspirativo en el que cada persona se separa de los otros, viendo esa división como una ventaja cuando en realidad nos ponen en desventaja ante los desafíos, pues nos dividen como sociedad.
Para superar estos paradigmas, es necesario centrarnos en identificar y cuestionar los supuestos fundamentales y las creencias subyacentes que guían la forma en que entendemos y abordamos los problemas, en otras palabras: aprender a pensar sistémicamente y superar los paradigmas que nos dividen.
Bernardo Toro y el cambio sistémico
Bernardo, como filósofo y matemático, define su rol dentro del ecosistema de impacto como un actor que crea las condiciones para que las cosas sucedan, a través de su trabajo en Fundación Avina, Instituto Ethos, y otras organizaciones, ayuda a las personas a adquirir nuevas formas de ver la realidad de forma sistémica.
Fue un verdadero placer y honor para mí, haber tenido la oportunidad de hablar con Bernardo, profundizar en aquellos aprendizajes que me dejó, y ahora poder compartirlos contigo:
1. Cambiar el paradigma de la acumulación al paradigma de cuidado
Los paradigmas determinan nuestras percepciones de la realidad, y ellas determinan nuestros sentimientos. Llevamos cientos de años viviendo bajo un paradigma de acumulación, poder y éxito.
Vivimos actualmente en una paradoja: nuestra visión del desarrollo ha puesto en riesgo la vida, los bienes naturales y comunes; sin embargo, por otro lado, nos ha producido cosas maravillosas como la medicina y la ciencia.
“Hemos hecho todo para destruir el planeta, pero todo para encontrarnos como especie”.
Ante el este planteamiento de Toro, nos surge la pregunta ¿cómo solucionar esta crisis al parecer irreconciliable?
Durante años, Bernardo ha trabajado sobre el concepto del “Paradigma del Cuidado”, planteando que hay que dejar de lado el paradigma del éxito y plantear mecanismos y herramientas sociales que promuevan el cuidado mutuo y el bienestar colectivo.
Su propuesta es avanzar hacia un este paradigma, donde aprendemos todos a cuidarnos a nosotros mismos, a los cercanos: a la familia, a los lejanos: vecinos y compañeros de trabajo, y cuidando a los extraños: a los que no conocemos; y claro, al planeta.
Esto lo podemos lograr a través del fortalecimiento de los bienes públicos como el acceso a la educación, a la salud y a servicios de transporte y suministros de alta calidad sin importar para todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
Un mundo de cuidado tiene una ética radical en donde la razón de ser de todas las ciencias, se reduce a hacer posible la dignidad humana y cuidar el planeta, porque:
Si no hay planeta no hay derechos; y cuidar la dignidad humana significa hacer posibles los derechos humanos para todos, y para tener un planeta sostenible debemos cuidar los bienes comunes.
2. Cuidar de la economía mediante transacciones justas
Bernardo nos hace reflexionar sobre el poder del dinero, explicando que éste, únicamente es beneficioso para la sociedad cuando se crean pasivos sanos, es decir, cuando se hace inversión en lugar de especulación, la cual es un modelo ganar – perder, donde se aumenta la riqueza de un lado y la inequidad del otro.
Esto a su vez, fortalece la polarización y todos los sentimientos negativos que conlleva como el resentimiento, el rencor y la envidia, que nos dividen como sociedad. Por lo cual, nos invita a aprender a hacer transacciones ganar – ganar, ya que el problema en realidad no es económico, sino de equidad.
Como Iberoamérica necesitamos desarrollar una cultura económica de ganar-ganar, que cuide el planeta, las relaciones humanas, e incluso el amor, aprendiendo a colaborar para que todos ganemos.
3. Fomentar la colaboración de la sociedad civil para la transformación
Aprovechando el marco del Encuentro, el cual tenía como eje central la colaboración, le pregunté a Bernardo, por que ha sido tan difícil, que la sociedad civil trabajemos en conjunto.
A esto, me respondió que incluso en nuestro sector, existe una división de intereses, porque carecemos de nortes unificados, creamos nuestras propias definiciones con la intención de “ser el mejor”, y se ha promovido una competencia que frena el desarrollo.
Como organizaciones de la sociedad civil, esta tendencia nos hace trabajar de forma individual, olvidando que perseguimos el mismo propósito, y que en realidad todos los actores estamos dispuestos a contribuir por el cambio deseado desde nuestros distintos roles.
4. Aprovechar la diversidad en lugar de buscar un consenso
Pese a que en la búsqueda de resolver problemas similares que nos aquejan a todas y todos los ciudadanos buscamos que exista un consenso donde todos tengamos los mismos intereses, no necesitamos estar todos de acuerdo.
Es más importante aprender a alinear los distintos intereses en una misma dirección, aprovechando la diversidad de opiniones que nos retan, enriquecen e impulsan hacia un cambio significativo para el bienestar colectivo.
Esto implica que no esperemos que los cambios vengan solo del poder político, si no que se creen las condiciones que contribuyan a lograr los diversos objetivos como sociedad desde nuestras rutinas diarias y los múltiples espacios en los que convivimos.
¿Qué necesitamos para superar los paradigmas que nos dividen?
En conclusión, la polarización actual y la crisis ambiental son consecuencias de un paradigma erróneo que prioriza la acumulación sobre el cuidado. Es importante abordar las diferentes realidades desde un enfoque sistémico que nos ayude a comprenderlas.
Bernardo nos invita a fomentar la colaboración, la equidad, y el fortalecimiento de los bienes públicos como la educación y la salud. Además, sugiere que las transacciones económicas deben ser justas y beneficiosas para todos, promoviendo una cultura que aproveche la diversidad para alinear intereses hacia objetivos comunes que cuiden tanto al planeta como a las relaciones humanas.
Dentro de la entrevista, también platiqué con Toro sobre la importancia de la comunicación para construir futuros deseables, sobre lo cual te platicaré en otra nota.
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