¿Cómo puedo proteger mi empresa de un socio hostil?

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Una duda constante que tienen los emprendedores al arrancar un proyecto con uno o más socios es: ¿qué aspectos debo de prevenir antes de asociarme?

Para ahondar en este tema y darte la respuesta, te contaré la historia de Mariano y José: este par de amigos decidieron constituirse, ambos siendo accionistas con un porcentaje de 50 y 50 del capital de la empresa. Todo marchaba bien entre ellos hasta que Mariano convence a José de transmitir un 10% de cada uno a un socio nuevo.

José, al ver que era poco porcentaje, accedió y la empresa quedó distribuida de la siguiente manera: Mariano con un 40%, José con un 40% y el nuevo socio con un 20% de las acciones.

La estructura social que tenían inicialmente terminó desbalanceda y Mariano y el nuevo socio, ostentando con la mayoría de las acciones (60%), pretendían vender sus activos a un inversionista y con ello ayudar al nuevo inversionista a hacer una adquisición hostil del negocio, esto no le pareció a José. Sin embargo, al ser ellos accionistas mayoritarios, tenían el derecho de elegir el rumbo que quieran a la empresa.

Como José, es común empezar tu startup con mucho entusiasmo, ilusión y grandes expectativas, sin tomar en consideración el aspecto legal del negocio y, como consecuencia, muchas veces se termina en peleas, malentendidos y conflictos legales. Por ello es fundamental que conozcas lo mejor posible a tu socio potencial pero sobretodo que cuentes con un velo corporativo ideal para la protección patrimonial de tu empresa.

A continuación te compartiré 2 estrategias para evitar un no deseado takeover de un socio:

Amistad con todos, confianza con pocos.

Un método de defensa eficaz consiste en prevenir una situación como la de Pedro y José en los estatutos a la hora de constituir la sociedad, elaborando planes de derechos y obligaciones diferente entre cada accionista y particularizar las series de acciones.

Esto, por ejemplo, permitirá que tu empresa emita acciones preferenciales, es decir, que solo los accionistas fundadores puedan comprar, lo que diluye la posible compra de un tercero, o bien, limitar el derecho a designar miembros del órgano de administración.

Ahora bien, si tu sociedad ya está constituida puedes aprovechar cualquier cambio sustancial de la sociedad, como aumento o reducción del capital social, para reformar estatutos y fijar catálogos de derechos y obligaciones distintos entre los accionistas de tu  empresa. Recuerda que en cualquier momento puedes reformar tus estatutos, siempre y cuando lo hagas ante un Fedatario Público.

Con quien tengas trato, ten contrato.

Otro escudo de defensa efectivo es el Convenio Privado entre Socios. Si quieres establecer reglas particulares para ciertos temas como la distribución accionaria, las reglas para un eventual poison pill, el reparto de utilidades, alguna promesa entre los socios y tú, la titularidad de la marca, el funcionamiento de la sociedad u otra cosa en la que tú quieras tener el control en tu empresa, te sugiero que celebres un convenio privado entre socios, de esta manera las reglas entre tus socios y tú estarán aún más claras y podrás evitar cualquier tipo de problema que se llegara a presentar por malentendidos.

Ciertamente, el aspecto legal es un tópico poco atractivo en el ecosistema emprendedor. Sin embargo, tener un gobierno corporativo desprovisto de candados puede lograr que alguien más sea dueño de tus esfuerzos.

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