Y al final, ¿quién se queda con la marca?
Una empresa pequeña (empresa 1) con clientela local comienza sus operaciones, al dueño no le parece necesario registrar su marca en este momento, y planea hacerlo posteriormente. Todo marcha bien, su proyecto “Healthy and Organic” que ofrece alimentos orgánicos, comienza a consolidarse y extenderse; ya tienen establecimientos alrededor del país y se empiezan a reconocer más sus productos en otras ciudades y, por ende, su marca.
Aquí surge el problema.
En otra ciudad dentro del país, una empresa local (empresa 2) también había iniciado la venta de comida saludable, incluso antes que la empresa 1, usando la denominación “Healthy and Organic”. Si bien, ambas empresas comercializan sus productos bajo el mismo nombre, la única diferencia significativa aquí es que la empresa 2 decidió blindarse jurídicamente y registró su nombre y logotipo.
Circunstancia compleja.
Cuando la empresa 1 se da cuenta, denuncia a la empresa 2 suponiendo que le está robando la marca. Pese a todo el éxito que estaba teniendo el negocio, la empresa 1 no tiene ningún derecho sobre la marca. Pero, ¿por qué la empresa 1 no es dueño de su marca si sus productos ya son conocidos bajo esa denominación? La respuesta es sencilla: La empresa 2 fue previsora y registró “Healthy and Organic” como su nombre legal para comercializar comida saludable empaquetada, ya usaban su propia marca en el mercado.
Por su parte, la empresa 1 decidió iniciar varios procesos legales para tratar de quitarle la marca a la empresa 2.
Y al final, ¿quién se queda con la marca?
Después de algunos años, la autoridad resolvió que la marca “Healthy and Organic” podrá ser usada exclusivamente por la empresa 2. Es decir, la empresa 1 perdió todo derecho sobre esa marca.
Esta es una historia ficticia. Sin embargo, frecuentemente vemos “víctimas de secuestro de marca” y, con ello, hemos notado que todos estos casos comparten un común denominador: no asesorarse jurídicamente.
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Importancia del registro de tu marca.
Recuerda que la marca es el signo que permite distinguir los productos o servicios de tu empresa respecto a otras del mismo giro, clase o especie en el mercado.
Es importante registrarla debido a que ésta es la identidad empresarial de tu negocio. Si pierdes tu marca, pierdes tu negocio, toda vez que tus productos o servicios están estrechamente ligados a ella.
Ahora que ya sabes lo fundamental que es registrar el signo distintivo de tu negocio, te compartimos 3 tips para que no seas “víctima de un secuestro de marca”:
- Haz una búsqueda de disponibilidad de tu marca. Al crear tu marca, es necesario verificar que el logotipo y/o denominación que se prevé registrar esté disponible. Para ello, debes realizar una búsqueda de factibilidad de la marca, es decir, corroborar la probabilidad de que ya existan marcas registradas y vigentes, idénticas o similares a la que deseas ingresar. Esto es para contar con un panorama más amplio acerca de la viabilidad del registro de la misma y obtener información importante para evitar conflictos futuros. Lo recomendable es contratar los servicios de una empresa que tenga experiencia para realizar esta clase de búsquedas.
- Garantiza la protección de tu marca. Una vez que te hayas asegurado que la identidad de tu empresa no es similar a la de otros negocios en el mercado. Puedes iniciar el proceso en línea o bien, ir al Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) y entregar la solicitud de registro de marca llenada por el titular o los cotitulares, con el comprobante de pago correspondiente, entre otros requisitos legales descritos en este link. Desde luego, todo este proceso acompañado de un abogado especialista en el tema.
Finalmente, verifica habitualmente el estado del trámite en este link con el número de expediente que te proporciona el IMPI, para cersiorarte de que quede registrada tu marca. - Tu marca no es para siempre. Al registrar tu marca en el IMPI obtienes el derecho a usarla por 10 años. Finalizando este periodo, puedes prorrogar por 10 años más.
Te recomendamos que todos estos pasos los realices de la mano de un abogado experto que te podrá ofrecer la asesoría y la experiencia adecuada para evitar repercusiones legales a futuro.
Tu proyecto vale mucho, protege tu marca y no permitas que alguien más sea dueño de tus esfuerzos.
Si quieres recibir más información sobre este u otros temas, no dudes en contactarnos en komenko.mx