En América Latina, el 30% de las infancias y adolescencias, entre 5 y 19 años, viven con sobrepeso u obesidad. Al mismo tiempo, millones más enfrentan desnutrición. Esta realidad no solo compromete su salud actual, sino también su futuro.
Hoy más que nunca es urgente transformar la manera en la que alimentamos a la niñez. Porque lo que comen las niñas, niños y adolescentes no solo depende de sus familias: también es responsabilidad de quienes diseñan políticas públicas, de los entornos escolares, de quienes producen alimentos, y de la sociedad en general.
En México, además de contar con un etiquetado de advertencia y otras políticas que promueven la alimentación saludable, la venta de alimentos chatarra y bebidas azucaradas como refrescos ya no está permitida dentro de las escuelas. Aún así las infancias y adolescencias siguen expuestas a entornos que les invitan a comer productos con exceso de azúcar, sal y grasas.
¿Qué podemos hacer como agentes de cambio?
La transformación de los sistemas alimentarios es posible si cada persona y sector asume su rol. Aquí te compartimos algunas acciones clave desde distintos frentes:
Desde casa
- Evitar consumir y normalizar los productos ultraprocesados.
- Preparar alimentos con ingredientes locales y de temporada.
- Leer las etiquetas nutricionales para tener mejores decisiones de compra.
- Fomentar el consumo de alimentos naturales y sin procesar como frutas, verduras, leguminosas y tomar agua natural.
Desde las escuelas
- Impulsar huertos escolares como herramienta educativa.
- Implementar menús saludables dentro de las cooperativas escolares.
- Incluir en los planes de estudio temas sobre alimentación consciente y sostenibilidad.
Desde las organizaciones sociales
- Promover y participar en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas que promuevan entornos alimentarios sostenibles.
- Diseñar campañas educativas para familias y comunidades sobre alimentación saludable y sostenible.
- Apoyar la implementación correcta del etiquetado frontal de advertencia y de las políticas que protegen el derecho a la alimentación saludable.
Desde tomadores de decisión que impulsan políticas públicas
- Asegurar que los programas de alimentación escolar tengan criterios de calidad nutricional.
- Promover políticas de protección social y asignación presupuestaria para apoyar el acceso a una alimentación saludable en zonas rurales y urbanas.
- Promover políticas públicas que regulen la venta y publicidad de productos ultraprocesados que permitan tener una alimentación saludable libre de entornos alimentarios dañinos.
- Proteger y apoyar la lactancia materna y prácticas adecuadas de alimentación complementaria, alineadas al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna.
Hablar de hábitos ya no es suficiente, necesitamos entre todos los actores transformar los entornos alimentarios desde la estructura para lograr un cambio real.
ALSANNA: una alianza con una misión urgente
En este contexto surgió la Alianza Global para la Alimentación Saludable de Niñas, Niños y Adolescentes (ALSANNA), una alianza que une a personas expertas, organizaciones civiles, instituciones académicas y agencias internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para proteger el derecho a la alimentación saludable de las infancias en América Latina y el Caribe.
ALSANNA se lanzó oficialmente en 2023 durante el XX Congreso Latinoamericano de Nutrición (SLAN), en Cuenca, Ecuador. En ese encuentro se presentó el Consenso de Cuenca, que reúne 10 recomendaciones y un llamado a la acción urgente para transformar los sistemas alimentarios de la región en favor de la niñez.
¿Qué hace ALSANNA?
ALSANNA tiene tres pilares de acción:
- Incidencia política: impulsa marcos regulatorios que garanticen el derecho a una alimentación saludable, como la prohibición de comida chatarra en escuelas o el etiquetado claro de productos ultraprocesados.
- Producción y difusión de conocimiento: genera evidencia científica, herramientas y recursos que orientan a gobiernos y organizaciones sociales para tomar decisiones que permitan mejorar el entorno y la alimentación infantil.
- Articulación de actores: crea una red colaborativa entre actores clave que comparten una misma causa: defender el derecho a una alimentación sana, sostenible y justa para todas las infancias y adolescencias.
El futuro saludable y sostenible de la región es una tarea compartida
Alianzas como esta nos motivan a cambiar el rumbo. Pero para lograrlo se necesita de todas las personas. No importa si trabajas en una escuela, en una comunidad rural, en una oficina de gobierno o en una fundación: tu rol es valioso para garantizar que cada niña, niño y adolescente tenga acceso a una alimentación que le permita crecer con salud y dignidad.
Conoce más sobre ALSANNA, sígueles en Twitter y LinkedIn, y forma parte del movimiento que transformará los entornos alimentarios en América Latina y el Caribe.