Luego de cuatro olas epidémicas, México está en fase de mínima transmisión de Covid-19, según informan la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Secretaría de Salud de nuestro país, lo que quiere decir que podríamos pasar del estado epidémico al endémico en los próximos días.
“Se puede identificar que México está cerrando el ciclo epidémico y transitando al estado endémico y, por tanto, a partir del 1º de mayo se deja de emitir la actualización del Semáforo de Riesgo Epidémico y el Pulso de la Salud pasa a una siguiente fase”, comentó Hugo López-Gatell Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.
En este contexto, se emitirá un nuevo lineamiento de seguridad sanitaria que, una vez revisado por el área jurídica y autorizado por la Secretaría de Salud, se publicará en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
¿Qué oportunidades trae la reactivación post-Covid?
Los transformaciones que han ocurrido como consecuencia de la pandemia han mostrado cambios en nuestra manera de ver la vida, pues al menos la Encuesta Global de Millennials de Deloitte 2020, expone que parte del impacto del Covid-19 puede verse en la disminución en niveles de estrés, cambios en las prioridades personales y sociales, así como en el aumento de la auto-responsabilidad.
“Estas generaciones están profundamente afectadas por la pandemia, pero parecen poder ver la oportunidad en la oscuridad. Millennials y Gen Z no solo esperan que un mundo mejor surja luego de la pandemia Covid-19: ellas quieren liderar el cambio”, informa el documento.
Y a decir de la reactivación económica, expone que, “la mayoría de la generación millennial y Z están de acuerdo con que las pequeñas y medianas empresas reciban asistencia financiera del gobierno (proporcionada por los impuestos) para ayudarlos a recuperarse después de los impactos y cierres forzados por la pandemia”.
¿Por qué es importante mencionarlo? Porque de acuerdo con una de las conclusiones de Deloitte, “las demandas y prioridades de estas generaciones jóvenes tendrán mucha influencia en el mundo post pandemia”.
Además, 52% de la generación millennial dijo que los líderes políticos tienen un impacto negativo en el mundo, dos veces más que la cifra que obtuvieron los líderes de negocio. Ambas generaciones, por otro lado, tienen muy buenas opiniones sobre los liderazgos de organizaciones no gubernamentales y activistas.
Lo anterior también lo confirma Hernán Fuentes, Director de Empleo, Trabajo y Emprendimiento del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en Colombia, quien afirma que “un emprendimiento sin conciencia social lleva las de perder en el momento definitivo de cerrar con un cliente potencial”.
Pues explica que, según WordStream (2020), 92% de la generación millennial prefiere consumir marcas con propósitos sociales. “Este año (2022) ganarán las materias primas de origen orgánico, las mejores condiciones laborales para los empleados, la igualdad de género y las políticas favorables al medio ambiente”.
Tiempo de emprendimiento social
Las empresas sociales hoy, quizá más que nunca, son vigentes. De acuerdo con el 1er CENSO de Empresas Sociales en México, realizado en 2019 por Disruptivo TV y 15 aliados más, éstas deben contar con, al menos, tres características:
- Tener como objetivo principal, de manera explícita, resolver una problemática social o ambiental.
- Ser una empresa con fines de lucro, que busca ser financieramente autosostenibles.
- Hacer un esfuerzo por medir su impacto social.
Desde el auge de su creación, hasta la fecha, las empresas sociales demuestran ser importantes fuentes de empleo, aunque con una amplia brecha de género por cerrar: para el Censo se analizaron 100 organizaciones, descubriendo que solo ellas emplean directamente a 5 mil 112 personas, donde el 71% son hombres frente a 29% mujeres.
Sin embargo, las empresas sociales tienen también un diferenciador: “Dentro de su plantilla laboral, podemos encontrar a personas que forman parte de las comunidades beneficiadas; no solo impactan a través del resultado final de su trabajo, sino que fungen como empleadoras de personas en situaciones consideradas vulnerables”, expone el análisis.
En este contexto, emprender con impacto se vuelve no sólo algo necesario y vital para las sociedades y entornos que habitamos, sino que nos convoca a identificar ventanas de oportunidad muy importantes para construir el mañana que deseamos ver después de años tan complejos.
¿Qué estás emprendiendo y de qué manera impactará positivamente a la sociedad y/o el entorno que habitas?