Si estás leyendo esto es porque ya escuchaste sobre la inversión con impacto por aquí y por allá. Pero, ¿por qué tanto interés en este tipo de inversiones?
La inversión de impacto ha crecido tanto porque a nivel global los inversionistas que siempre buscan diversificar sus carteras también han buscado desde hace un tiempo invertir en empresas que generen bienestar no solamente para ellos, sino para la sociedad en su conjunto y también porque hoy en día hay más fondos buscando invertir en proyectos rentables.
En México en particular -pero también en el resto del mundo- las personas que están trabajando de manera formal tienen en su mayoría un fondo de pensiones, mismo que tiene que invertir los recursos que mes a mes ahorramos, idealmente en proyectos que tengan un rendimiento atractivo.
De esta forma se busca que en el futuro cuando tengamos que vivir del dinero que ahorramos este sea suficiente para poder tener por lo menos el mismo nivel de vida. Esto tiene varios retos, el primero es encontrar proyectos que tengan buenos rendimientos y poco riesgo o un riesgo manejable, aceptable.
Inversión de impacto, una meta del inversionista
Desde hace un tiempo los grupos interesados de los fondos de pensiones les han solicitado que inviertan de forma responsable, es decir, que inviertan en empresas que traten bien a sus empleados, que no contaminen el medio ambiente y que tengan ética en los negocios.
Así la mayor parte de los fondos de pensiones, por lo menos de economías desarrolladas, empezaron por excluir algunos sectores como armamento, alcohol y juego. Después analizaron el desempeño ESG (ambiental, social y de gobierno corporativo) de las empresas en que invierten.
Sin embargo, por más que una empresa trate bien a sus empleados, no contamine en la medida de lo posible y tome sus decisiones de forma transparente en un Consejo plural con independencia, si esa empresa hace comida chatarra, pues la hará muy éticamente pero sigue siendo chatarra. Como dice Sistema B: serán las mejores empresas del mundo pero no para el mundo.
Es aquí donde “se pone de moda” la inversión de impacto: el inversionista ya no necesita hacer exclusión por sectores; las inversiones de este tipo aseguran a quien invierte su capital que la empresa en la que está invirtiendo no solo hace las cosas bien sino que las cosas que hace son buenas. De ahí que los recursos disponibles para este tipo de inversión se han incrementado consistentemente en los últimos años.