Compras una auténtica chaqueta de motociclista de los años 70, la prenda es 100% piel de ternera, está en perfecto estado y la consigues por solo nueve dólares. Días después la pones en venta y recibes más de 600 dólares. Siete años más tarde tu tienda de ropa es tan exitosa que apareces en la portada de una importante revista y escribes tu propio libro: GirlBoss
Dicen que las mujeres son líderes por naturaleza, sin embargo, cuando se trata de liderazgo empresarial —en el caso de México— únicamente representan el 16 por ciento de este sector, de ahí que (de acuerdo con estadísticas del Servicio de Administración Tributaria) tres de cada 10 empresas pertenezcan a mujeres.
Apostamos que has escuchado a las mismas CEO’s confesar el miedo que sienten al introducirse en el camino que las llevó a ser la GirlBoss de sus empresas. A propósito de ello, y después de ver la serie producida por Netflix, el personaje de Sophia Marlowe, inspirado en la fundadora de una reconocida tienda en línea de ropa vintage, es un ejemplo de los aciertos (e incluso errores) que te pueden llevar a ser tu propia jefa.
De acuerdo con la autobiografía de Sophia Amoruso, publicada en 2014, la startup surge en 2006 como una empresa de retail con ventas a través de redes sociales. Asimismo, tan solo en 2016 Forbes publicó que su fortuna era de 280 millones de dólares, lo cual la incluyó en la lista de “las mujeres más ricas que crearon su propia fortuna”.
Si has visto GirlBoss seguro te has sentido identificada con la metamorfosis por la que pasa Sophia para conseguir que su negocio en línea tuviera el éxito suficiente para que pudiera vivir de ello.
A continuación (e inspirada en la serie) te compartimos 4 claves que te ayudarán a ser una GirlBoss y no morir en el intento:
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Define tu campo:
antes de comenzar, pregúntate dónde quieres emprender: en la ciencia, tecnología, medicina, moda, medio ambiente, etcétera. Fija metas que te ayuden a concretar tus proyectos. Dentro de las lecciones de Sophia ella inicia sin saber qué quiere hacer o a qué se quiere dedicar. Si tú tienes claro el primer paso es momento de focalizar todo tu talento, pues las mentes creativas son capaces de convertir compañías en potencias innovadoras.
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Ideas no únicas, pero sí originales:
Al igual que el mundo de la moda, en cualquier sector del que quieras ser parte existe una amplia competencia. Si bien las ideas no siempre son únicas, debes pensar en cómo volverlas diferentes para que se distingan del resto. En el caso de Amoruso la ropa vintage que ofrecía la modificaba para volverla más atractiva: “altero las prendas porque sé lo que quiere mi cliente […] yo les ayudo a crear nuevas prendas, eso es Nasty Gal”.
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Forma un equipo:
parte del posicionamiento de la marca fue el apoyo que Sophia recibió de su mejor amiga Annie, a lo largo de los capítulos vemos que no solo cree en el proyecto, sino que contribuye para que este crezca hasta el día del lanzamiento oficial. Toda GirlBoss necesita un buen equipo.
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Vence tus miedos:
¿recuerdas la escena en la que debe entregar un vestido de novia y para ello debe cruzar un puente, pero les tiene miedo y, sin embargo, lo hace porque pone en riesgo su reputación como vendedora? Lo mismo sucede en el día a día, los temores sólo representan barreras que impiden que crezca tu trabajo y potencial, recuerda que las mentes disruptivas nadan contra la corriente.
Shopia Amoruso siempre supo que quería ser una GirlBoss, más que un golpe de suerte, Nasty Gal es el resultado de un trabajo de años, como narra en su libro “concéntrate en los aspectos positivos de tu vida y te impresionará cuantas cosas positivas empezarán a ocurrirte. Pero antes de pensar que estás empezando a tener “suerte” recuerda que es magia, magia creada por ti mismo”.
Entonces, ¿vas a aumentar el porcentaje de las mujeres que ya son líderes empresariales?