Por Mario Romero
¿Alguna vez se han preguntado cuál fue la primera marca o producto promovido por celebridades? A mí me vienen a la mente las imágenes icónicas de Marilyn Monroe tomando Coca–Cola o la de Babe Ruth uniformado de yankee, con el bate al hombro y un cigarro Chesterfield en la boca, pero podría asegurar que esas no fueron las primeras imágenes en las cuales se aprovechaba la popularidad de una figura pública para promover una marca o un producto.
A quien haya tenido esta idea – sobre todo entendiendo que en aquellos tiempos no había likes ni retweets ni views ni ningún tipo de métrica del impacto de la inversión – concibió una de las principales estrategias de marca que ha marcado historia. Y aunque hoy en día con tantas Kardashians, youtubers, influencers, snapchaters (¿existe ya ese término?) y demás pseudo celebridades y figuras populares – sin importar a que se debe su popularidad – el número de seguidores es suficiente razón para recibir algún tipo de “patrocinio” para promover una marca o producto, no todos aquellos que son populares o celebridades caen en este juego.
Hay muchas celebridades que entienden que su popularidad puede ser una plataforma para el cambio positivo, para invitar a la acción, para tener un impacto social real en el mundo. Con esto en mente nos podemos remontar a grandes momentos de las celebridades activistas como Bob Geldof con los conciertos LiveAid en 1985 y el Live 8 en 2005 o a Marlon Brandon con su movida en los Oscars por los derechos de los nativos americanos. Pero hoy en día tenemos celebridades ejemplares que están haciendo la diferencia con su popularidad.
Tomemos el caso de Chris Martin, el cantante de Coldplay, quien desde hace tiempo ha apoyado varias causas sociales siendo una de las más representativas Global Citizen la cual busca activar a los ciudadanos para que tomen acciones en los retos más cruciales del mundo los cuales están alineados a los objetivos de desarrollo de la ONU. Como parte de su compromiso, Chris Martin invitó a Global Citizen para que lo acompañara en su última gira por América Latina y que antes del concierto voluntarios de Global Citizen pudieran acercarse a los fans de Coldplay para compartir la iniciativa de “nivelar la ley” en sus países y asegurar la equidad de género. Además de que en todos sus conciertos Chris Martin apareció con una playera con el logo de Global Citizen, algo que sin duda muchas marcas quisieran pagar.
Otro ejemplo sucedió, en el momento más esperado de la noche en una entrega de los Oscares (y seguro con un gran rating) cuando en 2016 se anunciaba que Leonardo Dicaprio, por fin, se llevaba la estatuilla dorada como mejor actor. Sin embargo, el actor no dudó en aprovechar su discurso para hablar del Calentamiento Global y la imperativa necesidad de tomar acción. Pero no fue una decisión momentánea, Leonardo Dicaprio lleva años tomando acción y es considerado uno de los campeones medioambientales del mundo al haber donado poco más de 30 millones de dólares a causas como la preservación de arrecifes de coral o protección de especies en peligro de extinción además de apoyar campañas de concientización sobre el cambio climático; sin mencionar el abogar por el medio ambiente ante líderes mundiales en foros públicos y privados.
Hay celebridades que van más allá de sólo aprovechar su popularidad, de un momento a otro se convierten en emprendedores sociales, como fue el caso de Jessica Alba al co-fundar The Honest Company. Cuando se estrenaba como mamá en 2012, Jessica Alba se dio cuenta que era muy difícil – por no decir imposible – encontrar productos para bebé producidos sin materiales potencialmente dañinos o tóxicos y entonces decidió que fundaría su propia empresa de productos de bebé cuyos materiales fueran amigables con el medio ambiente y los productores contaran con certificaciones ambientales y de derechos humanos. Hoy 4 años después, The Honest Company vende 70 millones de dólares al año y sus productos se pueden encontrar en cadenas como Target y Costco.
Las celebridades son sin duda uno de los canales masivos para las marcas, pero el impacto será mayor si las celebridades más que canales comerciales, se vuelven voceros reales de las causas y la visión de cualquier empresa o iniciativa que busque generar un cambio positivo en el mundo.
