La fundadora de la empresa social Someone Somewhere, Fátima Álvarez, fue seleccionada como “Representante de emprendedores de Latinoamérica” para conversar con el CEO de Google, Sundar Pichai, en el marco de la novena edición de la Cumbre de las Américas.
En una conversación orientada a recalcar la relevancia de construir comunidades más inclusivas, Pichai remarcó su compromiso con startups como Someone Somewhere y enfatizó, en este sentido, la importancia de las herramientas digitales como Google Workspace y Google Ads para mantener un negocio funcionando óptimamente en medio de las dificultades planteadas por la pandemia.
Fátima, fundadora de la icónica marca, relató que su negocio ha logrado evolucionar en medio de incontables retos planteados por la pandemia. En su conversación detalló que no sólo hablaba como mexicana, sino como latinoamericana, argumentando que la tecnología resulta sumamente útil en esa construcción de la evolución desde las startups de la región.
Igualmente, la empresaria mexicana resaltó que, aunque su negocio ya utilizaba herramientas digitales desde su fundación, fue debido a la pandemia que esto despuntó. Tras la emergencia sanitaria, Álvarez comprendió que las ventas pueden tener una excelente salida a través de la web. Y avanzó con la tormenta.
Luego de comprender lo anterior, Someone Somewhere comenzó a colaborar con personas artesanas de otras partes de Latinoamérica, proceso que incluyó una democratización inimaginada de capacitaciones online.
Someone Somewhere, una empresa social que conecta lo mejor de las comunidades artesanas con compradores en un mercado global, impulsa el desarrollo y reduce las brechas de desigualdad en México. A partir de la recuperación de técnicas ancestrales de tejido, combinadas con el diseño contemporáneo, desde hace cinco años, impulsan a artesanas y artesanos indígenas y contribuyen a preservar, igualmente, la cultura.
En la actualidad, Someone Somewhere trabaja con más de 250 personas artesanas en México y planes para expandirse hacia Perú, Colombia, Bolivia, entre otros países latinoamericanos. En sus productos colocan la etiqueta con el nombre de la persona artesana que lo elaboró, a qué comunidad indígena pertenece y un código QR que, al ser escaneado, permitirá conocer un poco más sobre dicha comunidad.
Al hacer esto, la empresa busca visibilizar historia, cultura y personas detrás de cada artesanía, con lo que logran hacer que la relación entre clientes y comunidades creativas de origen indígena sea cada vez más estrecha y benéfica, sobre todo, para las comunidades históricamente precarizadas.