México se encuentra en la cuarta posición más baja en términos de inclusión financiera en América Latina
De acuerdo con el Banco Mundial, México se encuentra en la cuarta posición más baja en términos de inclusión financiera en América Latina, sólo el 47% de la población mexicana tiene una cuenta de ahorro, el 31% cuentan con un crédito y el 25% tienen un seguro. Mientras que 3 de cada 10 mexicanos entre 18 y 70 años están excluidos del sistema financiero.
Organizaciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tienen el objetivo de trabajar por la inclusión financiera con enfoque de género para contribuir a la transformación de las condiciones socioeconómicas de las mujeres.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2012 a 2018 reportó un avance del 30% al 46% de la población femenina, con una diferencia de dos puntos respecto al porcentaje de los hombres del 48%. Sin embargo, no es suficiente y por ello es necesario facilitar el acceso a los servicios y herramientas financieras, para empoderar a las mujeres y reducir la violencia de género.
Un modelo alternativo de inclusión financiera con perspectiva de género
Es por esto, que el PNUD creó su Modelo de Inclusión Financiera (MIF) con perspectiva de género, el cual tiene como objetivo lograr la inclusión financiera de 250 mujeres que se encuentran en comunidades semiurbanas del país.
El MIF ha sido implementado en algunos estados del país, por ejemplo en el Estado de México con las beneficiarias del salario rosa, específicamente en San Felipe del Progreso y Cocotitlán, dos zonas rurales en donde 8 de cada 10 personas están en pobreza y no existen las cuentas de ahorro.
Otro ejemplo es en Hidalgo, donde se aplicó en cuatro municipios con las mujeres víctimas de violencia de género en: Epazoyucan, Mineral del chico, Mineral del monte, Mineral de la reforma y Zempoala. Donde según el Coneval, dos de cada diez personas están en situación de pobreza.
Recursos para la inclusión financiera
La inclusión financiera permite crear una red de protección ante eventos inesperados, además, de incrementar el ingreso de manera segura, consciente y consistente, dando acceso a bienes, servicios esenciales y reducción de efectivo con un sistema financiero sólido, por medio de dos componentes: producto digital de ahorro y capacitaciones de educación financiera.
Producto digital de ahorro
Otorgado por Kubo financiero que es una empresa regulada por la Comisión Nacional de la Banca de Valores (CNBV), con fondo de protección para los ahorros de las mujeres. Este producto consiste en una tarjeta de débito y una cuenta de ahorro digital que permite crecer los ingresos.
Educación financiera
Por medio de un manual de capacitación que explique a las mujeres cómo pueden hacer un presupuesto y un consumo inteligente para ahorrar e invertir con mayores beneficios.
La meta es ayudarles a mejorar sus hábitos financieros a través de herramientas como el estudio de necesidades y deseos, mejor utilización de sus recursos económicos, metas y planeación de ahorro, creación de presupuestos, consumo responsable, inversión y planeación financiera, finanzas completas y ciberseguridad,
Crear políticas y programas financieros con perspectiva de género es una solución para reducir la pobreza de las mujeres y una forma de hacerle frente a la violencia de género por medio de la independencia económica.