Emprender no solamente es bastante retador, desde pensar en un producto o servicio excepcional hasta vencer el miedo de lanzarlo al mercado, sino que además hay que ser muy buenos para administrar el dinero.
Tal vez estés pensando “No sé ni cómo administrar mi propio dinero ¿cómo esperan que sea un experto en finanzas?”. La respuesta: no tienes que serlo. O al menos no al inicio.
Cuidado con los pretextos
El reto de emprender, lidiar con clientes, desarrollar tu negocio, establecer un equipo de trabajo, etc… no es excusa para descuidar las finanzas del mismo. Además, no necesitas ser un experto para evitar los errores financieros más básicos.
La verdad es que podemos aprender bastante de este tema en cursos, libros, podcasts, videos en Youtube, etc. Pero no te agobies, en este artículo empezamos por lo básico.
1. Tener expectativas irreales
Comencemos con un error que podría parecer absurdo pero que tiene el potencial de acortar la vida de tu negocio de forma drástica. Muchas personas deciden tomar el reto de emprender porque no tienen duda alguna de que su idea no sólo será bien recibida sino que tendrá una enorme demanda.
Es fácil dejarse llevar por estas expectativas pero, incluso si todo apunta a que habrá un buen flujo de ingresos, existe una enorme diferencia entre tener el dinero y esperar a que éste llegue. Así que siempre considera los hechos y no las expectativas al momento de tomar decisiones financieras para tu nuevo negocio.
2. Ignorar el presupuesto
Puede que tus expectativas sean mucho más realistas y las manejes en un presupuesto pero eso no significa que debas dejarlas al aire. Para manejar correctamente las finanzas de tu negocio es esencial que registres constantemente tus gastos operativos y verifiques qué tanto te estás apegando a tu presupuesto o si debes hacer ajustes sobre la marcha.
Si pones cada gasto en una balanza donde compares el costo versus el beneficio sabrás hacia dónde debes dirigir el flujo de los ingresos. Recuerda que cuando no llevas un registro no hay manera de identificar los agujeros por donde se escapa el dinero.
3. Depender de las inversiones
Si bien recibir una inversión es excelente para impulsar tu negocio hay que recordar que no es la solución a todos los problemas. Hemos glorificado tanto la idea de levantar capital que la mayoría emprende creyendo que sin inversión no hay negocio.
Cuando definas tu modelo de negocios, recuerda que la meta es tener una empresa rentable. Si crees que tu empresa tendrá que depender de frecuentes inyecciones de dinero para sobrevivir, será mejor que reconsideres tu modelo de negocios.
4. Mezclar las finanzas
Mezclar tus finanzas personales con las de tu emprendimiento es una receta para el estrés. Es importante que prestes mucha atención a esto porque de aquí surgen varios errores financieros. La mejor forma de evitar problemas, es asignarte un sueldo fijo ya que de otra manera puedes caer en los extremos:
1. Tomar dinero del negocio dependiendo de tus necesidades: Esto equivale a provocar un huracán dentro de las finanzas de la empresa. 2. No cobrar ni un centavo: Si eres emprendedor de tiempo completo y no te pagas a ti mismo, estarás sacrificando tu paz mental. Y al tener la cabeza llena de preocupaciones entorpecerás el crecimiento de tu negocio. Además, aún si tienes un empleo fijo, es importante que te sientas compensado por tu dedicación.
Asígnate un sueldo coherente y sin “ahorrar” en recursos esenciales. Por eso es tan importante que identifiques y diseñes un presupuesto justo que vaya de acuerdo con el crecimiento de la empresa.
5. Empezar con un pie en la deuda
No es aconsejable sembrar un negocio con deudas. Hay negocios que no recurren a los inversionistas y van directo al banco o emprendedores que recurren al “tarjetazo” para solventar gastos no planeados.
Algunos justifican estas decisiones pensando que la presión de la deuda los motivará a avanzar pero sólo están abriendo las puertas a una posible crisis. Por lo tanto, es imprescindible que liquides tus deudas antes de que acaben con tu negocio y tu paz mental.
Recuerda que el crédito como tal no es malo pero, al igual que la mayoría de estos errores financieros, el problema está en dejar las decisiones al aire y permitir que las consecuencias se acumulen.
¡No te desanimes!
Ahora que sabes cuáles errores financieros son el cliché de los emprendedores puedes evitarlos tomando decisiones conscientes:
- Ajusta tus expectativas a tu realidad
- Elabora y respeta tu presupuesto
- Inclúyete en el presupuesto
- Pide ayuda para impulsarte, no para depender del apoyo
- No te ahogues con las deudas
- Sobre todo: no te desanimes
No lo olvides… Sin duda aparecerán más retos conforme tu negocio vaya creciendo pero si tus finanzas comienzan con una base sólida encontrarás menos obstáculos que te lleven a renunciar a tu sueño o volver a empezar desde cero.
Este artículo fue escrito por digitt, organización dedicada a crear productos financieros justos, transparentes y que ayuden a las personas a alcanzar el bienestar financiero.