De pequeña, a Mariana Garza Villalobos siempre le inculcaron temas de educación financiera en su casa, pues no solo recibía “domingos” de parte de su papá y algunos de sus tíos, sino que la incentivaban a generar ahorros hasta crear en ella un hábito.
Años después, ya en prepa, le comenzaron a regalar libros como el famoso “Padre Rico, Padre Pobre”, de Robert Kiyosaki, con la intención de proporcionarle más información sobre el tema.
Cuando llegó el momento de escoger su carrera universitaria, encontró complicado elegir entre finanzas y pedagogía, pero su papá le dio el empujón que le hacía falta convenciéndola de que las finanzas serían más prometedoras.
Así, mientras Mariana cursaba la licenciatura en Administración Financiera, en el ITESM, descubrió que el grueso de sus compañeros buscaba enfocarse en temas de créditos o transacciones en bolsa y que muchos de ellos carecían de una cultura financiera en sus propias vidas.
Durante sus últimos semestres tuvo la oportunidad de hacer prácticas profesionales en empresas como Christus Muguerza y British American Tobacco, en las áreas de inversiones y finanzas, respectivamente. Una vez graduada buscó la manera de desarrollar en paralelo sus dos intereses, al ingresar como maestra a una escuela y crear un blog personal para abordar temas financieros desde una perspectiva educativa.
Un área de oportunidad que combinaba sus dos pasiones
En el mismo periodo, para complementar sus ingresos de maestra trabajó como asesora financiera, donde conoció a profundidad la situación real de las finanzas de los adultos mexicanos, a través de corridas y análisis.
Tras su experiencia concluyó que, aunque muchos de ellos reconocen que padecen un problema relacionado con sus finanzas y que existen diferentes alternativas para trabajarlos, no siempre deciden tomarlas. Además, encontró que los adultos que ahorraban tenían una percepción muy diferente del sector financiero frente a los que no lo hacían, y resultaba muy complicado hacer que éstos últimos empezaran a hacerlo.
Aunque disfrutó mucho sus facetas de maestra y de asesora financiera, pensó que podía hacer algo más para influir de manera positiva, esta ocasión, en los niños y jóvenes. Por ello, en 2016 lanzó un programa de finanzas personales nacido a partir de su experiencia, llamado Inverkids, y comenzó a contactar escuelas para ofrecerlo. Posteriormente, mandó su proyecto a los principales bancos del país buscando una oportunidad para desarrollarlo a mayor escala, pero no recibió respuesta.
En sus palabras, a través de Inverkids encontró la manera de combinar su gusto por las finanzas y su pasión por enseñar, enfocándolas en resolver la necesidad de acercar el conocimiento y propiciar hábitos de ahorro en los niños y jóvenes.
Escalar su proyecto a través de la tecnología
Sabiendo que para llegar a un mayor número de niños y jóvenes sería necesario buscar la manera de replicar su proyecto utilizando la tecnología, se acercó a José Eduardo Elizondo, quien se convertiría en cofundador y CTO del proyecto.
A partir de ese momento trabajaron en un piloto con el currículum establecido, alcanzando casi 400 alumnos. En ese mismo periodo fueron invitados al Finnosummit Challenge – Fintech for Inclusion donde conocieron a Startupbootcamp, quien los invitó a formar parte de su programa FinTech Mexico City dentro de su tercer badge, y a representantes de Hey Banco (de Banregio) y de Banco Azteca, estos últimos les abrieron la oportunidad de trabajar en conjunto para su programa Plantel Azteca.
El complemento perfecto para su programa de educación financiera
Después de su aceleración, Startupbootcamp les abrió los ojos al ecosistema Fintech, demostrando que hay una necesidad no solo de que se conozca sino de que sea transformado en capacidades que le permitan a las personas, tanto niños como adultos, aplicarlo en su vida diaria.
Con ello en mente, encontraron una segunda oportunidad, pues en países como Estados Unidos, Reino Unido o India, hay bancos y empresas fintech que ofrecen cuentas para niños y jóvenes con la intención de desarrollar el hábito del ahorro y enseñarles a manejar su dinero. Así, a través de Startupbootcamp pudieron acercarse a Visa, para conocer acerca de los requerimientos para la gestión y emisión de tarjetas propias, integrándolas a su programa como un complemento.
Para el programa de banca digital, el padre o la madre (desde su versión de la app) pueden consolidar todas las cuentas de sus hijos y revisar y autorizar todas las transacciones. Los niños, por su parte, reciben dinero en su cuenta tras el cumplimiento de metas y tareas; manejan su dinero desde la plataforma web o la app en lugar de tenerlo en una alcancía, dan seguimiento a sus saldos y movimientos, y practican sus estrategias financieras con independencia.
¿Qué sigue para Inverkids?
Después de Startupbootcamp fueron aceptados en el Batch 8 del programa enfocado en proyectos de EdTech de la aceleradora israelita MindCET y, recientemente, en la edición 2020 de Masschallenge México, donde buscarán generar tracción en los siguientes meses para cerrar el año con al menos cinco mil familias utilizando su plataforma.
Asimismo, la empresa se fijó dos objetivos más para trabajar durante 2020 y al cierre del primer semestre del año todo indica que lograrán alcanzarlos. El primero de ellos consiste en levantar una ronda de capital y el segundo, en lograr emitir su tarjeta para ingresar a la banca digital, trabajando para demostrar que la correlación entre tener una tarjeta con la generación de ahorros es directa.