En Socialab México, a lo largo de cada uno de nuestros desafíos nos hemos encontrado con muchas ideas que van desde un dispositivo inteligente que evita el consumo fantasma, hasta productos que capten la lluvia para generar agua de consumo diario.
Y aunque estos emprendimientos hoy en día son rentables, seguramente en algún momento existió la incertidumbre de saber si el precio que se le pone a su producto es el adecuado.
Para entrar en detalle es esencial saber porqué las cosas deben tener un precio y la respuesta es simple: cuando las cosas tienen un precio generas autonomía en tu organización y ayuda a escalar tu proyecto.
¿Qué dicen las teorías sobre poner un precio?
Existen distintas teorías sobre cómo podemos ponerle precio a nuestros productos, aquí les explicaremos algunas a detalle:
CALCULANDO EL COSTO DE LAS COSAS: para esta primera teoría comenzamos por calcular qué cosas se necesitan para crear tu producto y cuánto te gustaría ganar por la creación de ese producto. Y para poder calcular el costo de mi producto, tenemos que saber cuáles son nuestros costos variables y los costos fijos.
Los costos variables son los recursos que se usan únicamente cuando se producen los bienes. Por ejemplo, el número de tornillos, cantidad de cable que utilizas, microcontroladores, soldadura; en pocas palabras, la materia prima y la mano de obra que se refiere a las personas que se dedican al ensamblaje de tus productos.
Y los costos fijos, que se refiere a aquellos que sin importar cuántos productos hagas, pagas lo mismo en un periodo de tiempo, como la luz, agua, internet, renta del establecimiento, personal administrativo, etc. Estos costos fijos los debes de medir en un periodo de tiempo mensual, trimestral o anual, y lo debes de dividir entre el número de piezas que vas a producir en ese mismo periodo.
Para poder llegar al Costo de Producción Unitario siempre intenta identificar qué cantidad se utiliza para la producción y qué no, es decir, cuánta luz utilizas para la producción y cuánta en tu oficina, cuánta agua para la limpieza de las piezas y cuánta en los baños.
Si ya tienes la cantidad de materia primas que usas + la cantidad de mano de obra que para tus productos + la división de los costos fijos entre el número de unidades que vas a producir, a esto se le llama el Costos de Ventas. OJO, a este le tendremos que sumar un margen que queremos ganar por haber producido, y a partir de ahora le vamos a llamar Precio de Venta.
Pero… ¿Cómo se calcula ese margen? Al menos deberías de calcular el margen al instrumento financiero más seguro de tu país. Para el caso Mexicano, son los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES). La lógica es que si este instrumento entrega un X% de rendimiento en un periodo de tiempo Y (pueden ser 28, 91, 182 o 364 días) tú deberías entregar mucho más que el X% de los CETES, porque bueno, es mucho más riesgoso tener tu dinero en un emprendimiento que en un Certificado de tu país.
ESTUDIO DE LA COMPETENCIA: La segunda manera de ponerle precio a tu producto se basa en el estudio de la competencia, donde puedes buscar referencias de algún producto sustituto al tuyo. Aquí tú podrías ser un comprador misterioso de la competencia y darte una idea de cuanto puede ser el valor de tu producto o servicio.
Ejemplo: Si haces regalos corporativos pero los tuyos apoyan a las comunidades de artesanos que dominan técnicas ancestrales incrementando su ingreso y mejorando sus condiciones de vida y quizá no hay regalos corporativos así. Entonces queda indagar cuánto invierten los corporativos hoy en dar regalos a sus colaboradores aproximadamente.
VALOR PERCIBIDO: La tercera manera de ponerle precio a tu producto es el Valor percibido, donde te debes preguntar ¿Cuánto crees que están dispuestos a pagar tus clientes?, es decir, prueba el monto del precio poniendo algo de compromiso hacia ellos más que llenar una encuesta en línea. Que te dejen sus datos -teléfono, mail, etcétera- para que les contactes, que firmen una carta de intención de compra o en el mejor de los casos que te paguen una orden previa a que salga a la venta.
Si ya te hemos dado algunas ideas de cómo ponerle precio a tu producto, te invitamos a que no te pierdas la nota de la próxima semana, ya que te revelaremos algunos casos reales de emprendedores al momento de ponerle precio a su producto.