En Chile el impuesto pobreza castiga económicamente a las familias de escasos recursos por comprar en cantidades pequeñas.
José Manuel Moller crea Algramo en 2012 con la finalidad de combatir este impuesto pobreza, evitando que las familias paguen hasta un 40% más en los almacenes locales, en comparación con los precios que pagarían por cantidades grandes en los supermercados.
Como solución, Algramo estableció máquinas dispensadoras de alimentos a granel a precio de mayoreo. EL prototipo de las primeras alternativas técnicas del dispensador se inicia gracias a un fondo concursable de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica.
En 2013 son instaladas las primeras máquinas expendedoras de detergente, y Algramo es seleccionado como mejor proyecto latinoamericano de Start Up Chile y ganador del Open Start Up de UDD Ventures. Gracias a esto se desarrollan nuevas máquinas, pero esta vez con cuatro productos alimenticios: porotos, garbanzos, lentejas y arroz.
Al año siguiente se certifica como empresa B por solucionar problemas sociales y medioambientales de manera sustentable. Descarta las máquinas para no depender de los tiempos de fabricación de éstas. Crea un sistema de venta manual por medio de envases retornables, manteniendo la lógica de venta a granel.
Este es un negocio rentable para los almaceneros afiliados, genera márgenes atractivos y la posibilidad de poder competir con grandes cadenas de supermercados. Las familias pueden ahorrar en sus compras de productos de necesidad básica. Además de que la reutilización del envase evita 2 kilos de basura al mes por familia. Contribuyendo con la reducción de la huella de carbono.
Algramo lucha por la igualdad y justicia social, rechazando el impuesto adicional al valor de la compra de alimentos de necesidad básica. Están en más de 1,200 almacenes y van por más de la mano con organizaciones como, TED, Ashoka, Broota, Socialab, Sistema B, Start up Chile, Bci Nace, UDD Ventures, Avonni, CORFO, FCB Mayo, aliados a la revolución del comercio justo.